Primero, Murat Yakin sorprende con su alineación; luego, los suizos aceptan agradecidos los regalos mexicanos.

Salt Lake City, la ciudad mormona del estado estadounidense de Utah, es en realidad un lugar tranquilo y apacible, especialmente para los estándares estadounidenses. Pero el sábado por la tarde, la actividad se intensifica en el este de la ciudad, en el Estadio Rice-Eccles, donde la selección suiza de fútbol se enfrentará a México.

Allí, un mariachi toca. Anuncios de tequila se proyectan en la pantalla gigante. Olas mexicanas ondean en la amplia arena descubierta. Y abajo, en la cancha, se desarrolla un partido que merece atributos como entretenido o emocionante, pero hay algo que definitivamente no lo es: de primera categoría.

Se marcaron seis goles en este partido, aunque podrían haber sido más. Los suizos finalmente ganaron 4-2. Fue su segunda victoria consecutiva. La última vez que lo lograron fue hace un año, lo cual dice mucho de cómo les ha ido en los últimos meses. También fue la primera vez en un año que marcaron cuatro goles.

Cuando Fabian Rieder marcó el gol definitivo en el minuto 90, los suizos se alegraron muchísimo por el joven de Soleura. Pero harían bien en no dejarse llevar demasiado por la victoria, ya que esa tarde les había salido muy bien.

El cuarto gol de Suiza lo ejemplifica. Se produjo porque los mexicanos perdieron el balón en su propio campo. Y porque los suizos tuvieron suerte. Rieder remata, pero un defensa rival desvía el balón a la red.

Esta no es la primera vez en este partido que México le hace el juego a Suiza. Aunque los centroamericanos ganaron la Liga de Naciones de su asociación continental, la Concacaf, esta primavera, no son un buen rival, y mucho menos uno "muy fuerte", como afirmó el seleccionador nacional Murat Yakin tras el partido. Los mexicanos contribuyeron a dos de los cuatro goles de Suiza perdiendo el balón en zonas peligrosas. No pueden ocultar que varios de sus titulares están en la banca, incluido el capitán Edson Álvarez.

Los suizos tuvieron la suerte de marcar otro gol, precedido por un fuera de juego que no fue sancionado, ya que no hubo videoarbitraje observando este amistoso. Se adelantaron de nuevo en el minuto 64, 2-1, gracias a Zeki Amdouni, justo cuando el partido amenazaba con escapársele.

Antes de entrar al Estadio Rice-Eccles el sábado, los suizos habían hablado mucho esta semana sobre la importancia que tenía para ellos el viaje a Estados Unidos, los partidos contra México y Estados Unidos el martes. Y hay algo que hay que reconocerles: están cumpliendo sus promesas contra México.

Hay muchas adversidades en Salt Lake City. El sol de la tarde brilla con fuerza. La pista está seca y gris. Los 40,000 espectadores, casi todos del lado contrario, gritan ruidosamente; hay una gran comunidad mexicana en el suroeste de Estados Unidos.

Los suizos abordan todo esto con la seriedad prometida. Su defensa puede ser algo inconsistente a veces, pero cuando tienen la oportunidad de marcar, la aprovechan.

Antes del partido, el seleccionador nacional Murat Yakin sorprendió a todos con su alineación. Durante el vuelo a Estados Unidos, Yakin había expresado su deseo de integrar a Ardon Jashari en el mediocampo junto a los veteranos Granit Xhaka y Remo Freuler. También afirmó que su equipo defendería con una defensa de tres; la plantilla se armó en consecuencia.

Contra México, no será Jashari, quien brilló con tanta intensidad en Bélgica la temporada pasada, quien jugará junto a Xhaka y Freuler en el mediocampo suizo, sino Vincent Sierro. Los suizos también defenderán con cuatro, no tres. Y después del partido, Yakin afirma no recordar haber anunciado con tanta claridad la inclusión de Jashari en el once inicial. Una vez más, queda claro que Yakin no es un entrenador que planifique con antelación. Más bien, se guía por el instinto y la intuición.

Jashari finalmente entró en la segunda mitad, sustituyendo al capitán Xhaka. El jugador de 22 años tuvo un buen desempeño, ganando muchas ocasiones, estando presente y consiguiendo un porcentaje de pases de casi el 100%. En general, la victoria del equipo suizo en la segunda mitad fue alentadora. Con el marcador 1-1, Yakin sustituyó a dos pilares más veteranos del equipo, Manuel Akanji y Breel Embolo, en el minuto 62, tras el capitán Xhaka y Ricardo Rodríguez. En total, ahora les falta la experiencia de 406 partidos internacionales. Aun así, los suizos ganaron el partido, lo que dice mucho de la profundidad de su plantilla.

Tras el partido, se pueden ver muchas caras felices de suizos en las catacumbas del Estadio Rice-Eccles. Está Dan Ndoye, quien demostró una vez más que se ha vuelto indispensable para el ataque. Está Silvan Widmer, quien no estuvo en la convocatoria de Yakin recientemente y ahora puede ser titular como lateral derecho. Y está Fabian Rieder, quien, tras una temporada difícil en Stuttgart, jugó los 90 minutos y recibió grandes elogios de Yakin, al igual que Aurèle Amenda, el central.

Tanto Amenda como Rieder están entre los primeros ganadores de este viaje, que continúa el martes en Nashville con el partido ante Estados Unidos.