Alerta para coleccionistas: Ravensburger se adentra de lleno en el negocio de las tarjetas coleccionables

Cuando a principios de diciembre los fans del juego de cartas coleccionables “Lorcana” compitieron para elegir a su campeón europeo en Euro-Disneyland París, al final no hubo un solo ganador. Además de un jugador de España, que se impuso entre los casi 3.000 participantes, otra persona se benefició de la atención que atrajo el gran evento in situ y vía streaming en todo el mundo: Clemens Maier, director del fabricante de juegos Ravensburger, que vende las cartas con personajes de Disney en todo el mundo.

Desde que Ravensburger consiguió al gigante estadounidense Disney como socio para su entrada en el floreciente mercado de las tarjetas coleccionables, “Lorcana” se ha convertido en un gran refuerzo. La compañía acaba de informar un aumento del 18 por ciento en las ventas para 2024. El crecimiento se debe “en gran medida” a “Lorcana”, dice el bisnieto del fundador, Maier. Las tarjetas coleccionables ya han generado ingresos de tres dígitos en millones, con unas ventas totales de 790 millones de euros. Es el mejor lanzamiento de un juego en la historia de la compañía.

El revuelo en torno a “Lorcana” encaja en la estrategia de Ravensburger de crear y comercializar mundos enteros en torno a los juegos. El objetivo, dice Maier, es que los consumidores puedan “sumergirse en las marcas”. En términos concretos, esto significa crear puntos de contacto adicionales además del mero juego. Este año se lanza un programa de comedia televisiva basado en el juego de fiesta “Nadie es perfecto”. También está previsto llevar los juegos “El laberinto loco” y “Lotti Karotti” a los cines como películas dentro de unos años. En varias ciudades se están celebrando reuniones de fans para el sistema de carreras de canicas “Gravitrax”.

Sin embargo, Ravensburger no ha expandido su negocio de eventos de manera tan consistente con ninguno de sus juegos como lo ha hecho con “Lorcana”. Entre ellos se encuentran, sobre todo, los numerosos torneos, que a menudo se celebran en tiendas en las que hasta ahora Ravensburger había jugado un papel muy pequeño, y grandes eventos como el Mundial de Fútbol de este año. Para apoyar este tipo de “juegos organizados”, Ravensburger ha creado su propio equipo de eventos con empleados en varios países, cuatro de ellos solo en EE. UU. Con “Lorcana”, la marca se ha vuelto mucho más profesional, dice Maier. Para mantener entretenidos a los fanáticos, periódicamente se lanzan nuevos juegos de tarjetas con personajes de Disney.

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El golpe con “Lorcana”, para el que Ravensburger ha firmado un acuerdo de licencia con su socio de muchos años, tiene grandes beneficios estratégicos para la marca también por otros motivos. Según Maier, las cartas coleccionables también llegan a nuevos grupos de edad: los “niños adultos” de entre 16 y 36 años. También se ha dado cuenta de lo atractivo que resulta “Lorcana” como abrepuertas, incluso en Asia, donde las tarjetas coleccionables como “Pokémon” son muy populares, pero Ravensburger hasta ahora ha sido un jugador pequeño.

“En China y Japón nadie espera a ningún nuevo fabricante europeo”, afirma el director general de la empresa. Pero últimamente algo ha cambiado: en las ferias, gente que antes no dedicaba demasiado tiempo a Ravensburger quería hablar con él.

La historia de Ravensburger se remonta a 1883, cuando Otto Robert Maier fundó una editorial. Poco después vendió los primeros juegos. El logotipo del triángulo azul se registró como marca en 1974. Hasta el día de hoy, Ravensburger sigue siendo propiedad de la familia. En 2024 la empresa facturó 790 millones de euros.

Publicado en Capital 3/2025