800 millones de euros más caro: la conversión a nuevos aviones nucleares provoca una explosión de costes

Alemania participa en el programa de disuasión nuclear de la OTAN. El gobierno alemán está adquiriendo nuevos aviones de combate estadounidenses. Su objetivo es transportar bombas nucleares estadounidenses almacenadas en la región de Eifel en caso de emergencia. Sin embargo, la reconstrucción del aeródromo está costando más de lo previsto.

La conversión del aeropuerto militar de Büchel, en la región de Eifel, para albergar los aviones furtivos estadounidenses encargados por la Bundeswehr para la disuasión nuclear costará aproximadamente 800 millones de euros más de lo previsto. Tras una consulta, el Ministerio de Defensa confirmó que se espera que el coste inicial estimado de 1.200 millones de euros aumente en esta cantidad, hasta aproximadamente 2.000 millones. ARD ya había informado al respecto.

"El cálculo subyacente incluye todos los gastos y factores de coste previsibles, incluidas las primas de riesgo, pero debido a las dificultades específicas del proyecto, no puede representar un precio final fijo", declaró una portavoz del ministerio. No se descartan nuevos aumentos de precio, por ejemplo, debido a la contratación de personal adicional para cumplir con los "plazos extremadamente ambiciosos". "Los costes totales se determinarán tras la finalización del proyecto en 2027".

El gobierno alemán ha encargado 35 cazas F-35 a Estados Unidos. La adquisición de estas aeronaves se destinará principalmente a la participación de Alemania en la disuasión nuclear de la OTAN. En caso de emergencia, su objetivo es desplegar las bombas nucleares estadounidenses almacenadas en Büchel.

Ya a finales de junio, el ministerio admitió que los costes aumentarían en un importe de tres dígitos en millones de euros. Está previsto que en agosto se firme el contrato con el contratista general para la nueva infraestructura. El aumento de los costes se atribuye a los estrictos requisitos de seguridad, junto con la gran presión del tiempo.

Al inicio del proyecto, era imposible estimar los costos adicionales que ocasionarían los "enormes requisitos de seguridad que Estados Unidos también impuso durante el proceso", explicó la portavoz del ministerio. "Sin embargo, retrasar el proyecto para evitar mayores gastos no era ni es una opción, ya que el plazo para el despliegue del F-35, a partir de 2027, es inaplazable". Además, afirmó que incluso un período de implementación dos veces más largo "con procedimientos normales" incrementaría los costos.