Israel-Irán | Golpeados, pero no derrocados

Mohammed Bagheri, Hussein Salami y Esmail Qaani fueron los tres pilares más importantes del régimen iraní: Salami, como comandante de la Guardia Revolucionaria, lideró a las tropas para reprimir las protestas; Bagheri, como jefe del Estado Mayor, sirvió de enlace entre el gobierno y el Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Qaani lideró la Fuerza Quds, la unidad de la Guardia Revolucionaria que proporcionó fondos y armas a grupos militantes en Oriente Medio, desempeñando así un papel central en los conflictos regionales de los últimos años.

Ahora los tres están muertos, probablemente en ataques selectivos del ejército israelí . Esto está cambiando la dinámica de la política interna iraní. En tan solo unas horas apareció en línea un video de un edificio residencial parcialmente destruido en el barrio de Saadat Abad. Imágenes similares también se mostraron en la televisión estatal, con el comentario de que Israel estaba atacando deliberadamente zonas residenciales y, por lo tanto, a civiles.

El estilo de vida lujoso de la élite, en el punto de mira desde hace años

Pero en redes sociales, los usuarios cuestionaron principalmente por qué la élite militar del país vive en costosos áticos mientras una gran parte de la población sufre inflación, salarios excesivamente bajos e infraestructura deteriorada. Este es un tema delicado en Irán: los altos costos de las actividades de la Fuerza Quds se han debatido abiertamente durante algún tiempo . El estilo de vida de los líderes también ha estado en el punto de mira durante años. En abril, el presidente Masoud Peseschkian se vio obligado a despedir a uno de sus adjuntos tras la difusión de fotos de un crucero de lujo a la Antártida.

Sin embargo, no hubo consecuencias importantes: gracias en gran medida a las redes bien conectadas de los tres comandantes, el régimen parecía tener el control firme a pesar de su enorme impopularidad, por lo que se sabe. El trabajo periodístico en Irán es extremadamente difícil, especialmente en las zonas rurales.

Las reacciones que se reciben de la población occidental provienen casi inevitablemente de personas con acceso a internet, que saben cómo sortear los bloqueos y que tienen la valentía de expresar sus opiniones por escrito, a pesar del riesgo de ser arrestadas. Sin embargo, como demuestran los resultados de las elecciones presidenciales de los últimos años, la base de apoyo del régimen se encuentra principalmente fuera de las grandes ciudades. No obstante, es también allí donde se asienta la mayor parte de los problemas: escasez de agua, grave contaminación atmosférica y pobreza.

El régimen iraní no caerá

Apenas el ejército israelí lanzó la primera oleada de ataques, los primeros occidentales empezaron a hablar del fin de la República Islámica, de un "cambio de régimen". Pero a diferencia de Siria, por ejemplo, el sistema de gobierno iraní es complejo y está orientado a garantizar la continuidad de la República Islámica incluso si se elimina a gran parte de su liderazgo.

"No tengo la impresión de que mucha gente quiera realmente cambiarlo todo", escribe Nasrin, socióloga residente en Irán, por Messenger: "Más libertad, más transparencia. Necesitamos un liderazgo que se centre en los problemas de la gente. Para un cambio de régimen completo, primero necesitaríamos un diálogo social".

Propaganda con Inteligencia Artificial

La sociedad iraní está compuesta por una multitud de grupos religiosos y étnicos; especialmente en regiones habitadas predominantemente por kurdos o árabes, los grupos militantes que buscan la secesión de Irán han existido durante años. La milicia terrorista "Estado Islámico" también está activa en Irán: en junio de 2017, el EI perpetró ataques contra el parlamento y el mausoleo del líder revolucionario Ruhollah Jomeini.

El propio régimen está haciendo lo que siempre hace: el ayatolá Jamenei proclama una retórica beligerante, y la televisión estatal transmite imágenes de protestas contra Israel, de edificios residenciales destruidos e instalaciones petroleras en llamas. Sin embargo, no hay indicios de que esto realmente esté uniendo a la gente en torno al régimen. No obstante, los medios estatales tienen fama de manipular las imágenes mediante un hábil trabajo fotográfico; recientemente, la inteligencia artificial también se ha utilizado como herramienta de propaganda. El gobierno iraní ha invertido hasta la fecha 115 millones de dólares en el desarrollo de IA, financiados con el presupuesto de la Fuerza Quds.