El cráneo del 'Hombre Dragón' finalmente redefine la historia de la humanidad
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Un cráneo descubierto en 1933 en Harbin, noreste de China, ha sido identificado como perteneciente a los denisovanos, una especie humana extinta que coexistió con los neandertales y los Homo sapiens. Este hallazgo proporciona la primera reconstrucción facial de los denisovanos, un grupo conocido principalmente por su ADN fragmentario y que hasta ahora carecía de evidencia fósil directa.
El cráneo fue encontrado por un obrero chino durante la construcción de un puente ferroviario en plena ocupación japonesa. Reconociendo su importancia, el obrero ocultó el fósil en un pozo, donde permaneció durante 85 años. Fue en 2018 cuando su familia lo recuperó y lo donó a la Universidad GEO de Hebei para su estudio. Investigaciones posteriores dataron el cráneo en al menos 146.000 años, situándolo en el Pleistoceno medio.
Inicialmente, el cráneo fue clasificado como una nueva especie humana, Homo longi, o "Hombre Dragón". Sin embargo, estudios recientes han revelado que el cráneo pertenece a los denisovanos, basándose en análisis de proteínas extraídas del sarro dental y fragmentos de ADN mitocondrial recuperados del fósil. Estos estudios, publicados en las revistas Science y Cell, han confirmado la identidad del cráneo como denisovano, informa Live Science.
Se clasificó como una nueva especie humana, pero dos estudios recientes han revelado que el cráneo pertenece a los denisovanos
El cráneo presenta características distintivas, como una gran capacidad craneal, una prominente cresta supraorbital, una cara plana y una nariz ancha, lo que sugiere que el individuo era robusto y estaba adaptado a climas fríos. La reconstrucción facial realizada a partir de este cráneo ha proporcionado una visión inédita de los denisovanos, quienes habitaron amplias regiones de Asia.
La identificación de este cráneo como denisovano amplía el conocimiento sobre la diversidad de especies humanas que coexistieron en Asia durante el Pleistoceno medio. Además, refuerza la idea de que los denisovanos tuvieron una presencia significativa en la región, desafiando las concepciones anteriores basadas en evidencia genética fragmentaria.
El descubrimiento también plantea interrogantes sobre la clasificación de otros fósiles asiáticos. Algunos científicos sugieren que restos humanos previamente atribuidos a otras especies podrían pertenecer a los denisovanos, lo que podría reconfigurar el árbol genealógico de los homínidos en Asia.
El Confidencial