Era el rascacielos abandonado más alto del mundo: ahora comenzará a reconstruirse
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El Goldin Finance 117, también conocido como la “Walking Stick” por su distintiva forma, es un rascacielos situado en Tianjin, China, que ha capturado la atención mundial debido a su estatus como el edificio inacabado más alto del planeta.
Con una altura de 597 metros y 128 plantas (117 de ellas destinadas a viviendas, hoteles y locales), su construcción comenzó en 2008 con la ambición de convertirse en el símbolo del auge económico chino. Sin embargo, la crisis bursátil de 2015 afectó gravemente a su promotor, Goldin Properties Holding, que se vio obligada a suspender las obras y posteriormente liquidar la empresa. Desde entonces, la torre permaneció vacía y sin terminar, convirtiéndose en un emblema de los excesos y riesgos del sector inmobiliario chino, informa CNN.
En abril de 2025, se anunció que la construcción del Goldin Finance 117 se reanudaría tras casi una década de paralización. Un nuevo contrato de construcción, firmado por P&T Group y BGI Engineering Consultants, sugiere que la promotora original ha sido reemplazada por nuevos actores. Aunque no se ha revelado la fuente de financiación, se especula que el gobierno chino podría estar involucrado en la reactivación del proyecto como parte de sus esfuerzos para estabilizar el mercado inmobiliario. La finalización del rascacielos está prevista para 2027.
Desde 2015, la torre permaneció vacía y sin terminar, convirtiéndose en un emblema de los excesos y riesgos del sector inmobiliario chino
El diseño del Goldin Finance 117 es una obra maestra de la ingeniería moderna. La torre presenta una estructura delgada con una relación altura-ancho de 9.5, superando el límite de 7.0 impuesto por el código sísmico chino. Sus componentes estructurales más visibles son las megacolumnas que se elevan desde cada una de sus cuatro esquinas, extendiéndose hasta la parte superior de la corona, conectando vigas, cerchas de transferencia y megafuerzos, que están escondidos detrás del muro cortina reflectante. Además, se planeó un atrio en forma de diamante en la parte superior, que albergaría una plataforma de observación giratoria.
La reactivación de este proyecto se enmarca en un contexto más amplio de reanudación de grandes rascacielos abandonados en China, como la Torre Greenland de Chengdu. Estos edificios, que en su momento simbolizaban el dinamismo del país, ahora representan los desafíos del sector inmobiliario chino, marcado por el sobreendeudamiento de los promotores y una demanda insuficiente. Expertos señalan que, aunque la finalización de estos proyectos puede mejorar la imagen de las ciudades, su viabilidad financiera a largo plazo es incierta
El gobierno chino ha implementado políticas más estrictas en cuanto a la construcción de rascacielos, estableciendo un límite de altura de 500 metros para nuevos proyectos. Esta medida busca evitar la proliferación de "ciudades fantasma" y promover desarrollos más sostenibles y adaptados a las necesidades reales del mercado. A pesar de ello, la finalización del Goldin Finance 117 podría interpretarse como un intento de restaurar la confianza en el sector y demostrar la capacidad del país para completar proyectos de gran envergadura.
La finalización del Goldin Finance 117 podría interpretarse como un intento de restaurar la confianza en el sector
La reanudación de la construcción del Goldin Finance 117 también refleja una evolución en la percepción pública sobre los rascacielos. Si bien en el pasado se valoraba su altura como un símbolo de progreso, actualmente se cuestiona su funcionalidad y sostenibilidad. La baja tasa de ocupación de oficinas y la escasa demanda de viviendas de lujo en muchas ciudades chinas hacen que proyectos como este sean cada vez más difíciles de justificar desde el punto de vista económico.
El Goldin Finance 117, también conocido como la “Walking Stick” por su distintiva forma, es un rascacielos situado en Tianjin, China, que ha capturado la atención mundial debido a su estatus como el edificio inacabado más alto del planeta.
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