Gnomariana y Pau Izumi, ejemplos de la diversidad gráfica que hay en México
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Gnomariana y Pau Izumi, ejemplos de la diversidad gráfica que hay en México
La narrativa ilustrada es un espacio de reflexión, coinciden las dibujantes // La FILPM es una buena plataforma para la obra de estas ilustradoras
▲ Ilustración de Gnomariana, incluida en Red flags, con formato de cómic. Pau Izumi presentará A través de las grietas el próximo viernes en Minería.Foto cortesía Mariana Camarena
Fabiola Palapa Quijas
Periódico La JornadaMartes 25 de febrero de 2025, p. 5
Las obras Red flags, de la ilustradora Mariana Camarena, conocida como Gnomariana, y A través de las grietas, de Pau Izumi, que se presentaron, la primera, este domingo, y la segunda lo hará el 28 de febrero, en la 46 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), reflejan la diversidad de la narrativa gráfica en México.
En entrevista con La Jornada, Gnomariana, autora de la antología de comedia Red flags, compartió su experiencia en la creación de cómics y la importancia de la narrativa visual en la historia. “La narrativa visual es importantísima, ya que se trata de una comedia, y me gusta mucho que mis personajes sean lo más expresivos posibles, sus momentos de angustia, de estrés, de felicidad, de vergüenza.
“Red flags es una comedia muy teatral y no me imagino un mejor medio que el cómic para realizarla. Además, el formato llama la atención porque sólo empleó tres colores: un personaje azul, otro rojo y fondos rosas. Esto me ayudó mucho a agilizar mi flujo de trabajo (y así cumplir con mis entregas de episodios semanales en línea), pero también para que cualquier persona pudiera identificar el cómic de manera rápida y certera.”
La industria la hacemos los independientes
Por su parte, Pau Izumi, en la charla con este diario se refirió a la necesidad de contar una historia y la importancia de la narrativa gráfica en el país. La industria del cómic la hacemos los autores independientes, porque son pocas las editoriales que voltean a ver al cómic nacional y que ofrecen tratos justos. El reto que tenemos es saltar esa barda invisible y llegar a más público. Vamos poco a poco
.
Ambas autoras coinciden en la importancia de la narrativa gráfica como medio para la creatividad y la reflexión. Es un medio que se adapta; considero que cualquiera puede hacer un cómic
, agregó Pau Izumi.
Sobre su incursión en la novela gráfica, Gnomariana explica que siempre le ha gustado leer y dibujar.
Siento que las novelas gráficas son la perfecta fusión de ambos. Las historias son maneras importantes de aprender y generar empatía, porque mientras lees algo, estás de alguna forma viviendo lo mismo que los personajes. El mundo de los cómics es hermoso y espero poder transmitir el entusiasmo que me genera hacia otras personas, o simplemente hacerlas reír.
A propósito de Red flags, cuyos episodios se pueden leer de manera gratuita en el sitio web https://gomic.eu/detalles/red-flags/, la autora comentó: “son relatos breves de amor tóxico y citas incómodas entre parejas; desde luego, la historia está inspirada en mis malas experiencias, de las cuales ahora puedo reír, pero que en algún momento me dolieron como una lombriz a la que le echan un kilo de sal encima, pero, ¿para qué ir a terapia, si lo puedo hacer cómic, ¿no?
El humor es una herramienta muy poderosa para sanar heridas, y de ninguna manera quería escribirlo como un drama, sino simplemente reír de mí misma, como solemos hacer los mexicanos. Este cómic es lo que me hubiera gustado leer antes de que me rompieran el corazoncito.
Mariana Camarena, finalista en 2024 en el concurso Secuenciarte, del Festival Pixelatl, decidió publicar su antología en Internet porque es la forma en que los autores independiente pueden compartir sus historias. La retroalimentación es directa con el público; también me ha ayudado a afinar las historias y a elegir mejor su rumbo. Leo todos los comentarios; mi mayor logro es que alguien me comente lo mucho que lo divirtió, o cómo lo hizo reflexionar sobre cierto tema
, agregó.
La ilustradora indicó que Quino fue el primer autor que leyó, y que con él nació su interés en las novelas gráficas. “La comedia de Rumiko Takahashi (autora de Ranma 1/2) me fascina, y es el que intento replicar con mi obra. También me gusta mucho el humor de Bill Watterson, autor de Calvin & Hobbes. Soy la fan número uno de Julian van Bores, y siempre lo recomendaré.
En México existen muchas creadoras de cómics increíbles, como Alejandra Gámez, Pau Izumi, Alba Glez, Elenamics, Akimaro & Karin, Virus Visal, Paulina Márquez y Luisa Lovera.
Pau Izumi se inició en el cómic con la ilusión de contar una historia. En su libro A través de las grietas comparte con los lectores cómo a los adolescentes les cuesta trabajo soltar los errores del pasado y perdonarse, pues viven con la culpa de algo que no estaba en sus manos.
Gnomariana presentó el domingo el volumen 3 de Red flags en la 12 Jornada de Cómic. A su vez, Pau Izumi hablará sobre A través de las grietas el 28 de febrero a las 18 horas en el Salón de Firmas, de la FILPM.
Gonzalo Rocha aclara por qué Posada opaca a sus colegas de los siglos XIX y XX
El monero presentó su novela gráfica La vida no vale nada y la hoja suelta, un centavo, en la 46 feria del libro de Minería
Merry Macmasters
Periódico La JornadaMartes 25 de febrero de 2025, p. 5
México es un país prolífico en caricaturistas. ¿Por qué entonces José Guadalupe Posada ha opacado por tanto tiempo a sus colegas decimonónicos y de las postrimerías del siglo XX?, planteó Gonzalo Rocha, monero de La Jornada, en la presentación de su novela gráfica Posada: La vida no vale nada y la hoja suelta, un centavo (Editorial Resistencia), en la 46 Feria Internacional del Libro Palacio de Minería (FILPM).
El dibujante ofreció varias hipótesis. La primera se relaciona con su obra. A diferencia de muchos de sus congéneres caricaturistas, su obra no se centró en la de corte político
. Luego de algún tiempo, argumentó Rocha, los personajes de esta actividad cercana al poder por lo general dejan de ser memorables. Ya no entendemos de quién ni de qué se trata, y sólo los especializados retoman el interés de estos gráficos, mientras el gran público de hoy sí puede entender el retrato de la vida cotidiana, de los escándalos, la nota roja y las calaveras de José Guadalupe
.
La segunda hipótesis tiene que ver con que Posada no sólo era un fino dibujante académico, con mucha práctica y filigrana, sino también un impresor que conocía los secretos de las máquinas de sus talleres. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, abandonó en parte las influencias europeas y las pudo sintetizar en viñetas de un temperamento muy mexicano
.
Una tercera es atribuible a su apariencia y a que hayan existido y/o sobrevivido de él dos fotografías. “En ellas podemos observar que la pinta de ese dibujante hidrocálido es la de un hombre rollizo, con bigote entre tupido y de aguacero, pancita de pulquero, cachetón y de tez morena. Un hombre al que podemos imaginar tan pachón y generoso como un taquero, apariencia que lo hermana con su obra, en lo que podemos llamar una ‘preclara mexicanidad’. Esto, para mí, responde a por qué Posada sigue siendo el héroe de las páginas de los libros que continuamos escribiendo sobre él”.
En la presentación realizada en la Galería de Rectores, Rocha dijo que hizo esta novela gráfica sobre el creador de la Catrina porque no había una. De los muchos títulos que hay sobre Posada, casi todos históricos, de análisis o ensayo artístico, no existía una novela gráfica. Historietas, sí, en tono didáctico. Había que hacer algo que nos lleva a otra literatura ilustrada, al tratarse además de un dibujante
.
Para Mercurio López Casillas, estudioso de Posada, esta novela gráfica “impacta desde su cubierta y hasta sus últimas páginas, en que Rocha nos regala cinco estupendos retratos del grabador. Cada página es un derroche de talento que mantiene aferrado al lector que puede disfrutar los diálogos, las descripciones y las secuencias sin texto.
En la novela de Rocha se aprecia gran empatía y admiración por el grabador, contada desde la cercanía laboral en la prensa diaria. El autor entiende profundamente a Posada; llena su obra de viñetas sorprendentes y textos que rayan en la poesía.
Este cómic
se divide en cuatro capítulos: La muerte de Posada, La infancia, El Chalequero y El baile de los 41. En los dos últimos, Rocha narra dos acontecimientos históricos que Posada concretó en un par de imágenes. En ambos casos cuenta el proceso que lleva al grabador a la creación de dos de sus grandes obras
.
Precisó: En esta singular novela gráfica, el autor recurre a más de 50 grabados de Posada, pero no los copia, sino que los reinterpreta de manera ingeniosa, en pequeños y grandes detalles; resucita a Doña Caralampia y pone músculos y piel a un par de calaveras
.
López Casillas señaló que aún existe el local donde estuvo el segundo taller de Posada, en la calle de Moneda: Se colocó una placa; sin embargo, ahora es una plaza comercial. La placa está tapada de cosas que venden. Valdría la pena recuperarla
.
Para el caricaturista Luis Fernando, quien vivió el proceso de esta novela gráfica, a través del dibujo de Posada vemos a Rocha dibujar. Entonces, establece elementos de espejos, y eso también nos transmite cómo podría estar Posada en ese mundo que nunca conoceremos, por supuesto, interno, y con sus pareceres, gozos y finales que, por más tristes que sean, sin saber que su obra está más viva que nunca, incluso, internacionalmente
.
Al término del acto se anunció que la exposición de Gonzalo Rocha, que lleva el mismo título que el libro, en el Complejo Cultural Los Pinos, se extiende hasta el 30 de marzo.
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