Miranda! electrizó al Movistar Arena con un concierto sobre el amor, pérdida y traición en las relaciones

"Vamos a enamorarnos mutuamente", anunciaba Alejandro Sergi mientras Juliana Gattas, su pareja artística, animaba con palmas la declaración ante los miles de fanáticos durante la apertura del Hotel Miranda, el acto performático que enseñó los altos y bajos momentos de una relación gracias a la discografía de dos décadas del dúo argentino.

Con un entremés de Manú, solista colombiano, quien plantó el inicio de la esencia glam en el Movistar Arena de Bogotá, el público ya se encontraba a la expectativa de Miranda!, grupo que pasó de la escena alternativa argentina a ser un emblema del pop latino. Entre boas amarillas y rosadas, pelucas rubias y cientos de prendas con brillo que relucían ante los reflectores, los asistentes al concierto coreaban el himno de la agrupación: Don, como entrada al dúo.

Pese a las miles de sillas dispuestas para los espectadores, ninguna de estas fue utilizada esa noche del 31 de mayo cuando el falsete y Gattas, fundadores de la agrupación electro pop, comenzaron el retrato musical sobre el desamor, compresión y ruptura al ritmo de sintetizador.

Se suele considerar que las aperturas inician a oscuras; sin embargo, el espectáculo de Miranda! comenzó con un bombardeo de colores. ‘Ritmo & decepción’, del álbum Magistral de 2011, inauguró el concierto y dio pie para hablar de esa relación consolidada que no pasa su mejor momento. “Me paso las horas, no paro un minuto; ni dejo de verte, solo para mi dolor”, frase de la canción que fue entonada por Sergi con una mirada atenta al público.

No obstante, el dúo manifestó los picos de alegría pese a una ruptura futura con ‘Dice lo que siente’, mientras sus abrigos dorados resaltaban con el juego de luces.

La tensión de la escena aumentó con ‘Extraño’, pieza de su álbum Safari de 2014, primer trabajo musical luego de la salida del guitarrista Leandro ‘Lolo’ Fuentes. “Lo que no sé es lo que quiero, lo vuelvo a hacer y me enveneno”, cantó el dúo bajo la esencia de ritmo alegre que los caracteriza y encubre el apartado melancólico de su letra.

Para dar el paso final al rompimiento, el holograma de Emilia Mernes, cantante argentina, fue proyectado en la pantalla del escenario, dando inicio a ‘Uno los dos', del proyecto ‘Hotel Miranda’ de 2023. "Esta noche te lloraré tanto que te irás de mí" fue la parte de Alejandro Sergi mientras un visual de pastel con cerezas era enseñado.

Puede creerse que la traición va primero que el rompimiento en una relación, pero Miranda! enseñó la cabida de esta como un segundo tiempo de la mano de 'Triste' con apoyo del holograma de Mateo Sujatovich, miembro principal de Conociendo Rusia. La canción hace parte de Nuevo Hotel Miranda!, álbum más reciente del grupo estrenado semanas antes de su concierto en Bogotá.

Además, y como costumbre, el registro alegre estuvo a cargo de 'Me gusta' con apoyo virtual de Martina 'Tini' Stoessel. Aunque allí ya contaban con chaquetas mostaza decoradas con pompones magenta que evocaban un ambiente feliz, la letra mostraba un panorama agridulce: "Cuando tú estás conmigo, todo me gusta; a veces me mareo y eso me asusta"

La punta en materia de traición fue a cargo de las colaboraciones digitales con Nicki Nicole y Abraham Mateo, con 'Hace rato' y 'Por ese hombre'; ambas piezas musicales narran un desapego a la relación y el encuentro de nuevas personas.

Justo allí, sobre los nuevos personajes que irrumpen relaciones, la agrupación tomó una triste aceptación de los hechos con la versión de 'Tu misterioso alguien' con el argentino Andrés Calamaro: ¿Quién es tu nuevo amor? ¿Tu nueva ocupación?

"A bailar, Bogotá. Es Miranda, mi amor", gritó el vocalista de 53 años, dejando el camino de lo mohíno, pero bailable, de las anteriores canciones. El nuevo rumbo corrió por '743' y su letra directa del amor carnal. Para dar paso a 'Lo que siento por ti'.

Ya vestidos con trajes negros con listones cobalto y rosa, Sergi modificó parte de la canción para dar un guiño al país: "Si me llamas estoy, a Colombia me voy".

El lado melancólico fue por su éxito 'Perfecta', que narra la historia de un par de amigos que descubren su amor en una noche, composición que generó más de un cariño entre los espectadores. Lo que dio paso a 'Por amar al amor', 'Prisionero' y 'Puro talento' del ya mencionado álbum Magistral, el cual ganó el Premio Gardel por mejor álbum de grupo pop en 2012.

El acorde final de la canción fue suficiente para que Juliana Gattas diera giros en el centro del escenario por más de 20 segundos, para culminar con un centenar de aplausos y señales de corazón hechas por las manos del público.

En la recta final, un mar de luces de los asistentes acompañó la balada 'Plutón'. El momento encontró ánimo con la melodía de 'El Profe', pieza que Sergi y Gattas han dicho en entrevistas que envejeció mal y que ya no suelen cantarla.

Con el cese de la música, llegó 'Yo te diré', éxito de Sin restricciones, el segundo álbum del grupo. El amor volvió a existir en el cierre del concierto con 'Me gustas tanto': "me parece que te has ido acostumbrando, a que te adore veinticuatro siete".

Aunque en ese punto ya habían tocado piezas clave de su repertorio de dos décadas, tanto Sergi como Gattas decidieron continuar el espectáculo con 'Traición' y 'Ya lo sabía', mientras que cada uno tomaba una esquina del escenario para generar saludos, gritos e incluso lágrimas de entusiasmo por parte de los 10.000 asistentes al concierto.

El último destello triste fue 'Fantasmas', en el cual bailarines con plumeros salieron a desempolvar las malas memorias del pasado de las relaciones: "recuerdos en mi mente, no me puedo escapar. Palabras indelebles no se dejan borrar".

Cual momento de intriga, con 'Mentía' el grupo anunció la despedida. Sin embargo, con las luces apagadas, el público aún solicitaba la canción más famosa de Miranda: Don.

Nació de una noche de bar, cuando Alejandro Sergi escuchó un ritmo y quiso recrearlo. La mezcla sonora entre house y glam rock catapultó a la agrupación, y fue la pieza de cierre de su concierto en Bogotá.

"El destino me ha dado corazones desequilibrados. Tu palabra me nivela y detiene mi caer", fue una de las estrofas entonadas entre los miles en el recinto. Además de cantar, los espectadores saltaron lo más alto bajo la guía del vocalista.

Con el agradecimiento final, los ganadores de las gaviotas de oro y plata del Festival Viña del Mar 2024, dieron el adiós a la capital del país luego de más de 90 minutos de melancolía, deseo y cariño musicalizado por la experiencia y el ritmo electro pop de los 2000.

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