Sijena: comienza la cuenta atrás para el regreso

Comienza la cuenta atrás. El tiempo de descuento para un conflicto que ha durado más de una década. Pero aún no está claro que el reloj no pueda pararse. O que no se pueda llegar a la tanda de penaltis. Este miércoles la sentencia del Tribunal Supremo validaba la decisión que tomó en 2016 el juzgado de primera instancia provincial de Huesca número 2 y ordenaba restituir a Aragón las pinturas murales de la sala capitular del monasterio de Sijena que el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) albergaba desde hacía ocho décadas, tras el incendio del monasterio en 1936 y el rescate de las pinturas por el Comité de Salvamento de Patrimonio Artístico de la Generalitat.
La sentencia del Supremo es firme, y por la ley de Enjuiciamiento Civil debería ejecutarse dentro de veinte días hábiles una vez la resolución del Supremo llegue al juzgado oscense. Pero ahora la cuestión principal es si esa sentencia es ejecutable sin que las pinturas murales, que tendrán que ser arrancadas de nuevo, sufran un daño irreparable. Y si es posible presentar por ello un recurso final, un incidente de ejecución del fallo ante el Supremo, una decisión que tendría que tomar el MNAC en la reunión extraordinaria de su patronato –en el que están Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Cultura– la próxima semana.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, durante la inauguración de una exposición del Monasterio de Santa María de Sijena.
DIPUTACIÓN DE HUESCA / Europa PressPor lo pronto ayer el presidente de Aragón, Jorge Azcón, se mostró “convencido” de que la Generalitat cumplirá con la sentencia. “No quiero ni pensar en que exista otra posibilidad”, aseguró. El político popular afirmó que las instituciones implicadas van a actuar “con lealtad” y poner “todos los medios” para cumplir el fallo “lo antes posible”. Y relató que su gabinete había contactado por la mañana con el del president Salvador Illa para que las pinturas puedan venir “cuanto antes y con todas las medidas de seguridad necesarias para que no sufran ningún tipo de daño”.
A juicio de Azcón, la Generalitat y el MNAC son quienes deben encargarse del proceso de devolución en el plazo de 20 días hábiles. Pasado ese plazo, escaso para lo delicado de la tarea, el Ejecutivo aragonés se plantea dos opciones dependiendo del grado de colaboración de la contraparte: pedir una prórroga al juez para completar el traslado o solicitar la ejecución forzosa de la sentencia.
Salvador Illa: “Nos preocupa que cumplir la sentencia pueda provocar un daño irreparable a las obras”En cambio desde Japón, donde está de visita oficial, Salvador Illa manifestó una posición mucho más matizada que deja las puertas abiertas: “El marco de la sentencia es el que es y lo tenemos que respetar, estemos o no de acuerdo, pero nos preocupa que técnicamente se pueda garantizar que el cumplimiento de la sentencia no provoque un daño irreparable a estas pinturas”. Por eso aseguró que deberá producirse “un debate técnico” en el que “la voz la deberán tener, sobre todo, los expertos en este tipo de pinturas, algunos de los cuales muestran preocupación alta y apuntan a la dificultad de moverlas sin riesgo, lo cual se deberá exponer”.
En ese sentido, la jefa del servicio de restauración y conservación preventiva del MNAC, Carme Ramells, advirtió ayer que el traslado de los frescos sería como activar una bomba de relojería. “Se habla de pinturas murales, pero en realidad se trata de una especie de artefacto formado por materiales de diversa naturaleza (las pinturas originales arrancadas con la técnica del strappo a las que se les tuvo que aplicar productos químicos para poder trasladarlas a un soporte en tela) que actúan entre sí y son extremadamente sensibles a las vibraciones de un traslado o a un cambio en las condiciones ambientales”. Utilizando un símil, Ramells explica que “tenemos un pastel con capas muy diferentes de materiales y cada uno de ellos va por su cuenta”. “Eso es lo que las hace extremadamente frágiles”, afirma.

Primeros arrancamientos en la sala capitular de Sijena tras el incendio de 1936
MNACAunque en este caso, además, se suma el daño sufrido en el incendio que devastó el monasterio de Sijena en 1936, que provocó alteraciones cromáticas pero también físicas y químicas. Ramells precisó que, además de controlar la calidad del aire, el museo les brinda humedad y temperatura estabilizadas, e insistió en que “todos los expertos recomiendan no someterlas a una situación de estrés como el movimiento y el cambio de emplazamiento porque podría tener consecuencias fatales”.
Una visión muy distinta a la que expuso ayer el presidente aragonés, que aseguró que su comunidad cuenta con un grupo de trabajo desde 2020 con un plan técnico para el “desmontaje, traslado, conservación, restauración y exposición” de las pinturas. “Vamos a revisar el plan para incrementar las medidas de seguridad”, apuntó, y añadió que en las últimas semanas los técnicos han mantenido “intensas” reuniones y visitas técnicas al monasterio para acabar de perfilar el plan.
El presidente de Aragón: “No quiero ni pensar en otra posibilidad que no sea que la Generalitat cumpla la sentencia”Y afirmó que el traslado de las pinturas es “perfectamente viable” de acuerdo con los técnicos de su Gobierno “y otros independientes” y recordó que estos frescos ya han sido objeto de traslados previos, incluidos “dos desmontajes completos, siete traslados dentro del museo y cuatro préstamos temporales al extranjero”. “Si se pudo hacer en 1936 y 1960 con tecnología mucho menos avanzada, es de sentido común que ahora se pueda hacer cumpliendo todas las medidas”, apostilló.
Visiones políticas opuestas sobre el traslado de las pinturas que auguran momentos de tensión en el tiempo de descuento de este largo partido.
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