Cómo tropezar dos veces con la misma piedra. Lo que no se entiende de la rebeldía de Rodrygo
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Hay caso Rodrygo Goes. El extremo brasileño, protagonista de algunos de los goles más importantes de la historia reciente del Real Madrid, vuelve a ser protagonista por temas futbolísticos, pero alejados del césped. Después de no participar en el Clásico que acabaría por certificar —virtualmente— LaLiga para el Barça (4-3), el de Osasco se retiró a los cinco minutos del entrenamiento previo al partido contra el Mallorca. El propio Ancelotti, en un intento de aparentar normalidad, apunta a una simple molestia en el muslo. El ruido alrededor apunta a algo más.
"Rodrygo ha tenido un estado febril que no le ha permitido estar a su mejor nivel. Hoy en el entrenamiento ha tenido una molestia en la pierna. No sé en qué pierna, y no estaba bien, no se recuperó bien de la fiebre", explicó el italiano en su primera rueda de prensa tras anunciarse su fichaje con Brasil: "Después se han montado muchas especulaciones sobre esto. A Rodrygo todos le tenemos un cariño especial, sobre todo yo".
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Carletto, justo después del Clásico, contó que el brasileño no había tenido minutos porque había tenido un proceso febril durante la semana. Marca fue más allá, confirmando que Rodrygo había asegurado a su entrenador que no se sentía con fuerzas, pero tampoco ánimo, de disputar el encuentro. Tres días después, las escuetas explicaciones del italiano también señalaron al aspecto emocional del jugador: "Cuando el jugador no está bien, anímicamente no está bien. Quiere ayudar al equipo con su calidad y está decepcionado por ello".
Desde su entorno se ha llegado a deslizar que no volverá a disputar un minuto más con la camiseta del Real Madrid y que espera salir este mismo verano. Se señala un enfado por el foco mediático recibido por compañeros como Vinícius, Mbappé o Bellingham durante la temporada. Pero el timing es extraño. Por primera vez en su carrera, Rodrygo ha sido titular indiscutible con Ancelotti en el tramo decisivo de la temporada. Probablemente, con su peor rendimiento como madridista (tres goles en todo 2025) y, más allá de la estadística, ofreciendo una pobre imagen a nivel de esfuerzo colectivo e individual.
Durante el invierno, disfrutó una gran racha de resultados, coincidiendo con la lesión de Vini, y ocupando esa demarcación en la banda izquierda. Cuando regresó su compatriota, Rodrygo volvió a la derecha. Y todo se acabó por torcer.
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Mina Bonino, pareja de Fede Valverde, rompió una lanza a favor del brasileño a través de las redes sociales: "Nadie sabe las batallas que hay detrás de un jugador, son humanos. Respeto". Una frase que señala a algún tipo de problema personal de Rodrygo por encima de lo futbolístico. El extremo fue sustituido por Ancelotti en el descanso de la final de la Copa del Rey. Desde entonces, no ha vuelto a jugar por los citados problemas físicos.
La misma piedra, diferente escenarioNo es la primera vez que Rodrygo está en la rampa de salida del Real Madrid. A nadie se le escapa su proyección (24 años) y su impresionante talento. Sería una venta entendible por parte del madridismo y de las que pudieran dejar una buena cantidad de millones para la hucha, algo que encaja con el modelo del bajo coste impuesto por Florentino Pérez en los últimos mercados de fichajes.
Por estas mismas fechas, en el 2024, el brasileño causó un auténtico incendio. El Real Madrid encaraba la recta final de la temporada con la final de la Champions League frente al Borussia de Dortmund como colofón. Y, en esas, Rodrygo aseguró en una entrevista con GQ que "el Manchester City es el mejor equipo del mundo" [justo cuando se le relacionaba como solicitado por Pep Guardiola]. También afirmó que la Premier League era su liga favorita si alguna vez salía de España en diferentes conversaciones con medios brasileños, así como un inquietante mensaje a DAZN: "Todo puede pasar. Tengo contrato aquí, pero los años que he estado aquí fueron un placer para mí".
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Por supuesto, el nerviosismo llegó al club y a la afición. No era el momento de ponerse en el escaparate. La reacción del brasileño llegó con un tuit donde cargó, sin demasiado sentido, contra la prensa: "Hoy ocurrió una situación muy molesta, donde una de mis entrevistas fue completamente sacada de contexto. Para ser muy directo, estoy MUY feliz en el Real Madrid, vivo un sueño cada día y NO se me pasa por la cabeza dejar el club de mi vida".
Que Rodrygo tendrá candidatos de élite para este verano es obvio (City o Liverpool son algunos de los clubes que han preguntado por el brasileño en varias ocasiones), pero autoeliminarse cuando llega un nuevo entrenador al Real Madrid es, cuanto menos, extraño. Por estilo de juego, a Xabi Alonso solo le puede encantar el extremo, quizás el futbolista con mejor regate en corto del vestuario. El culebrón solo ha empezado.
El Confidencial