El Atlético más rico de su historia trata de enderezar su peor inicio desde hace 16 años

El Atlético de Madrid es el club que más ha gastado en fichajes en España en el último lustro. Ha remodelado su plantilla con nombres de primera fila como Julián Álvarez, Álex Baena o, en su momento, la vuelta de Antoine Griezmann. No obstante, los rojiblancos afrontan la vuelta de parón de esta temporada 2025/26 decimoséptimos con apenas dos puntos de 9 posibles ante rivales que no están en su liga y a siete puntos del líder, el Real Madrid.
Y es que, Simeone ha manifestado en multitud de ocasiones que el Atlético tiene a dos transatlánticos como Madrid y Barcelona contra los que es muy difícil competir y a los que hay que esperar a que fallen. Pero el argentino olvida que estos últimos cinco años, gracias también a su desempeño, el club es otro monstruo que ha podido gastar 535,7 millones de euros en fichajes frente a los 485 del Real Madrid y los 347,4 del FC Barcelona. Aunque en el balance de altas y bajas sean los blancos los que están por encima con 282 millones de gasto frente a los 202 de los rojiblancos y los 6,4 de beneficio de los culés.
No obstante, el club del Metropolitano representa otro transatlántico para equipos como Espanyol, Elche y Alavés, primeros rivales en esta Liga, y ante los que sólo ha conseguido arrancar dos empates en los dos últimos encuentros. Un puntaje que, según la estadística, le saca de la terna de equipos aspirantes al título puesto que nunca en la historia se ha logrado el campeonato con esos guarismos en los tres primeros duelos.
"Más expectativas e ilusión"En el seno rojiblanco saben que "esto es fútbol y toca seguir trabajando", pero no buscan "excusas" porque saben que deberían haber sacado los nueve puntos. "Más que presión hay más expectativas e ilusión, por eso el jarro de agua fría ha sido mayor, quizás la palabra que más se adecúa sea exigencia", explican fuentes del club. Una palabra que tampoco ha evitado el Cholo en sus comparecencias, aunque haya apelado también recurrentemente a la contundencia.
No le falta razón al argentino, tanto en ataque como en defensa. El Atlético ha marcado tres goles en tres partidos en los que ha realizado 43 remates, pero solo 16 de ellos han sido a portería. Tanto Sorloth como Julián Álvarez han visto portería, pero ninguno de ellos ha conseguido la necesaria regularidad de los delanteros de los grandes clubes. El noruego acumula un 0,23% de goles esperados en esos tres partidos frente a los 0,54% del argentino.
En defensa, la situación tampoco es muy halagüeña y más teniendo en cuenta que en los tres encuentros el Atlético ha comenzado marcando. Hubo épocas con el Cholo en que eso ya significaba automáticamente los tres puntos. Ahora son cuatro goles encajados en tres partidos en tan solo 20 remates intentados.

Eso evidencia la concesión que se hace a las oportunidades rivales y un pequeño debe en el haber de Jan Oblak, ganador del último Zamora. El esloveno tiene un 57% de efectividad en sus blocajes, lejos del 78% con él conquistó el trofeo de guardameta menos goleado. "Es culpa nuestra. Por qué el balón no entra, por qué el de ellos entra. Tampoco es una pregunta. Deberíamos hacerlo mejor y deberíamos hacer más. Dos puntos en tres partidos, no se puede decir mucho más", explicó el portero tras el empate en Vitoria.
"Para soñar en grande"Esos dos puntos suponen el peor arranque del equipo rojiblanco desde 2009, año en el que estaba entrenado por Abel Resino. En aquella temporada, varios empates más terminaron por costarle el puesto al técnico toledano en la séptima jornada, un escenario que no se plantea la entidad con el argentino, aunque ya hay mensajes al técnico. "El esfuerzo del club de traer a Nico es para decir que vamos a poner todo de nuestra parte", apuntan fuentes internas sobre el trabajo de la dirección deportiva que le ha brindado 10 nuevas incorporaciones al vestuario.
No obstante, no ha tenido suerte con la gran estrella fichada este verano del Villarreal. El internacional español Álex Baena se retiró lesionado en el estreno liguero del equipo en Cornellá y no ha vuelto a participar por una rotura muscular que, recientemente, se agravó con una apendicitis aguda de la que ha tenido que ser operado. Se espera su vuelta para dentro de unas dos semanas. Un periodo en el que a los rojiblancos les llega, precisamente, el submarino amarillo, el debut en Champions ante el Liverpool en Anfield y el derbi a finales de septiembre.
A principios de agosto, el CEO del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, aseguró: "Estamos haciendo una plantilla para soñar en grande". Esas palabras suenan a ilusión, a presión, a responsabilidad y a exigencia. Tras tres jornadas no se ha acusado el recibo, hay tiempo para enderezar el rumbo como se hizo tras la derrota del equipo el año pasado ante el Betis que precedió a una racha de 12 victorias seguidas para dejar a los rojiblancos como campeones de invierno. Luego el equipo se desinfló, pero ¿quién sabe si se puede realizar el año a la inversa?
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