Estirpe blaugrana

En la historia del FC Barcelona no son insólitos los casos de padres e hijos que han vestido los colores del club, como los Bosch, Busquets o Reina. O de hermanos, como los Gonzalvo. Incluso gemelos, como los De Boer. También hay estirpes presidenciales, los Montal. En cambio, no son habituales las combinaciones familiares entre jugadores y directivos. Un caso especialmente interesante lo protagoniza la familia Amat, desde el Barça prehistórico de 1916 hasta tiempos muy cercanos.

Todo empezó con Jaume Amat Murtra (1898-1975), un adolescente de Vilassar que se apuntó al fútbol base blaugrana y escaló niveles hasta debutar con los mayores, el 12 de marzo de 1916 en un partido del Campeonato de Catalunya contra el Sabadell. Era defensa y coincidió con futbolistas de excepción, como Torralba, Sancho o el famoso y polémico Garchitorena. Amat tuvo una corta carrera futbolística, al sufrir una lesión en la rodilla, pero siguió jugando partidos de menor importancia y se centró en la empresa familiar, algodonera, por supuesto, para redondear el pedigrí clásico del barcelonismo. Luego fue directivo, en la parte final de la presidencia de Miró-Sans, y trató de cerca a otros cracks, como Kubala, Evaristo o Luisito Suárez, además de coincidir con Helenio Herrera en algunos desplazamientos a los que viajó como delegado del club. Entre las anécdotas que contaba, ahí va una: con ocasión de un partido de Liga en Las Palmas, Herrera, que se las sabía todas, le convenció de que era un compromiso vital y que sería conveniente ofrecer una prima extra por cada gol. Así lo hizo, pero el partido en realidad fue un paseo para los blaugrana, que ganaron por 0-8 y se llevaron sus dineritos. Jaume Amat, siempre fiel a los colores, llegó a poseer el carnet número 11.

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Un hermano de Jaume Amat, Alfons, también pasó por la directiva blaugrana, en su caso mucho antes, en la junta de Enric Cardona (1923-1924).

De los Amat Murtra pasamos a los Amat Curto, hijos del exfutbolista. Antoni Amat Curto fue directivo blaugrana de 1969 a 1978, con Montal Costa y luego en la gestora de Raimon Carrasco, que convocó las históricas elecciones de 1978. Excampeón de Catalunya (5 veces), de España (4) y del Mundo (1) de cesta punta, en el Barça dirigió la actividad de las secciones, en la decisiva etapa de la inauguración del Palau Blaugrana. Entre sus recuerdos figura haber tenido que vérselas con Raimundo Saporta, y cómo el dirigente madridista manipulaba los sorteos con el truco de las bolas calientes.

Pero quien ha tenido más trayectoria y peso en la vida interna blaugrana ha sido Jaume Amat Curto (1926-2023). Su camino en los despachos del fútbol se inició en la Federació Catalana, donde llegó a la vicepresidencia con Pablo Porta. En 1975 fue candidato a su sucesión, en pugna con Antoni Guasch, pero en última instancia Amat decidió retirarse. No hay espacio aquí para las intrigas y trapicheos de aquella campaña electoral, basta decir que no desmerecieron a las que se han producido posteriormente en el camino a la presidencia del fútbol catalán.

En las elecciones de 1978, Jaume Amat se unió a la candidatura fallida de Víctor Sagi y luego Núñez lo rescató y situó, por tradición familiar, en la dirección de las secciones. Tuvo un papel fundamental en la conversión de las antiguas oficinas, situadas en la masía anexa al Camp Nou, en un centro para la protección y promoción de la cantera. Amat es, por derecho propio, uno de los padres de la Masia, con la colaboración, entre otros, de Pere García Vila y la dirección técnica de Jaume Olivé y Oriol Tort.

En 1981, al ser nombrado por Jordi Pujol director general de Carreteres de la Generalitat, se apartó de la directiva. Jaume Amat siempre fue fiel a su visión del barcelonismo y apoyó a candidatos a la presidencia. Estuvo al lado del exjugador Josep Maria Fusté en 1989, apoyó a Sandro Rosell en el 2010, a Josep Maria Bartomeu en el 2015 y a Toni Freixa en el 2021. En total, los Amat, en épocas diversas, han contado con 40 socios del FC Barcelona.

Parentescos Las ramas del árbol

Para conocer las numerosas relaciones familiares en la historia del Barcelona es imprescindible revisar un libro de reciente aparición, ‘El árbol del Barça’, de Gerard Marteo Arenas (Círculo Rojo Editorial, 2023). Desfilan todo tipo de parentescos, algunos muy curiosos, como los Sagi, y otros de relación no tan directa. Es el caso de Asensi y De la Peña, de Messi y Bojan, de Maradona y Agüero o de Hagi y Popescu, por citar solo algunos. Hay relaciones de todo tipo. Cuñados, tío y sobrino, primos lejanos, suegro y yerno... Incluso el crecimiento y popularidad del fútbol femenino ya aporta conexiones. Es el caso de los hermanos Óscar y Ariadna Mingueza.