La soledad de Ancelotti, el extraño silencio del Real Madrid y un despido en diferido
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Los caminos del Real Madrid y de Carlo Ancelotti se han separado tras cuatro temporadas juntos. El anuncio de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) sorprendió a todos el lunes: el italiano será el próximo seleccionador de Brasil. Desde el club blanco, sin embargo, no ha habido ningún comunicado al respecto de su salida. Las explicaciones del técnico fueron mínimas en las ruedas de prensa… y dejaron entrever una diferente gestión de los tiempos entre ambos.
"La salida se produce porque la CBF ha sacado este comunicado y es oficial. El Madrid sacará el comunicado cuando quieran, no hay ningún tipo de problema. Ellos marcarán sus tiempos. No hay nada más que añadir. Lo que hablo con el club es totalmente personal", sostuvo el italiano ante las preguntas de los periodistas. Desde un primer momento, cuando se habló de las dudas sobre su continuidad, Carletto defendió que su contrato termina en el 2026 y que él no se iría por su cuenta. Su fichaje por Brasil solo llegó después de que el Madrid le comunique su destitución a final de temporada, permitiendo su primera incursión como seleccionador nacional. Un despido en diferido pendiente de confirmación.
Ancelotti quizá se quedó igual de sorprendido que el Madrid cuando desde Brasil anunciaron su fichaje. Era un secreto a voces que tenía un acuerdo para convertirse en el nuevo seleccionador brasileño hasta el Mundial 2026, pero la oficialidad no se esperaba. O al menos no era lo previsible tras perder el cuarto Clásico de la temporada y sin estar coordinados con el club madridista.
Los tiempos de Brasil no son los mismos que los del Madrid y los de Ancelotti. En la selección tenían prisa por cerrar la contratación de un técnico de renombre en uno de los periodos más paupérrimos de su historia. La derrota ante Argentina en Buenos Aires (4-1) acabó con Dorival Junior fuera y con la necesidad de cumplir un viejo anhelo: que Ancelotti entrene en Teresópolis.
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"Esa etapa empezará el 26 de mayo. Todavía soy entrenador del Madrid". Ancelotti sabe que empezará una nueva aventura en Brasil porque es conocedor de su despido como entrenador blanco. Pero no respondió cuando fue cuestionado sobre el momento en el que le han comunicado su destitución. Tampoco ha habido oficialidad desde el Santiago Bernabéu a pesar del anuncio brasileño y de tener cerrada la contratación de su sustituto, Xabi Alonso.
La demora del Madrid es incomprensible porque Ancelotti no será el entrenador en el Mundial de Clubes, que empieza el 15 de junio, y Xabi ya se ha despedido en Leverkusen y tiene cerrado el acuerdo con las oficinas del Bernabéu. Esta gestión temporal puede entenderse como un desplante a Carletto por la soledad con la que ha tenido que afrontar la situación. "Si no tuviera la rueda de prensa, sería un día fantástico, pero en la rueda de prensa tengo que explicar cosas que no quiero porque respeto mucho esta camiseta".
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Ancelotti se ha encontrado solo sin saber cuál es el mensaje a seguir, sin que el Madrid le haya acompañado en las explicaciones. Sorteó las preguntas cómo pudo y se marchó "feliz" a pesar de la conclusión de esta etapa. El club tiene aún la oportunidad de despedir con un homenaje al mejor técnico de su historia. De no hacerlo, el desplante sería evidente, como ya ocurrió con otros personajes históricos en el club: Sergio Ramos, Iker Casillas, Cristiano Ronaldo y Raúl González.
La situación es inverosímil. Pocas veces se había confirmado el fichaje de un técnico por un equipo cuando todavía no se había producido su destitución en el anterior. En el capítulo final de esta segunda etapa de Ancelotti en el Madrid, Florentino Pérez ha añadido una nueva anomalía, aunque ya pocas cosas parezcan increíbles en el Bernabéu cuando se trata de decir adiós a sus leyendas.
El Confidencial