Efecto positivo tras la salida del cepo cambiario: el campo liquidó más de 3.000 millones de dólares en mayo

El campo argentino registró en mayo un ingreso de divisas por más de US$ 3.000 millones, lo que representó un aumento del 21% respecto al mes anterior. El dato, informado por CIARA y CEC, consolida una tendencia de crecimiento en el comercio exterior agroindustrial y refleja los efectos positivos de la salida parcial del cepo cambiario y el avance de la cosecha gruesa.

«Este resultado responde a un mayor ritmo de comercialización y al impacto de las condiciones más competitivas tras la modificación del régimen cambiario», explicaron desde las entidades que agrupan a las principales exportadoras de granos y derivados. En comparación con mayo del año pasado, el crecimiento fue del 17%, mientras que el acumulado anual ya muestra una mejora del 29% frente a enero-mayo de 2024.

El repunte se apoya también en la reducción de derechos de exportación dispuesta por el Decreto 38/25, que, según el ministro de Economía, Luis Caputo, se mantendrá después del 30 de junio para la mayoría de los productos, aunque no alcanzará aún a cultivos como soja, maíz o girasol. «La eliminación total de retenciones podría darse recién dentro de un año», aclaró Caputo y remarcó: «Necesitaríamos financiamiento para sostener la baja sin poner en riesgo el equilibrio fiscal».

Desde CIARA-CEC destacaron que los ingresos de divisas están directamente vinculados a la adquisición de granos destinados a la exportación. «Este flujo de dólares es esencial para sostener las compras a productores y dinamizar el mercado interno», indicaron. Además, recordaron que las liquidaciones suelen anticiparse a las ventas físicas: en algunos casos, hasta 90 días antes.

El comportamiento del dólar también estuvo bajo la lupa durante el mes. A pesar del ingreso de divisas del campo, el tipo de cambio mayorista cerró mayo con una suba del 2,3%, manteniéndose en el centro de la banda cambiaria.

Aun así, el dato del agro fue bien recibido en el Gobierno, que busca consolidar un modelo de flotación administrada del tipo de cambio sin resignar el superávit comercial. El ingreso de divisas por parte del sector agroindustrial representa casi la mitad de las exportaciones argentinas, y su recuperación es vista como un pilar clave para sostener la estabilidad económica.