El Tren Maya: un abismo financiero de $29,000 millones
El Tren Maya, proyecto clave para Yucatán, opera en un abismo financiero. Informes revelan que en 2024 recibió casi 30 mil millones de pesos en subsidios del gobierno, pero solo generó 276 millones por su operación, desatando un intenso debate sobre su viabilidad real.
El Tren Maya, el proyecto de infraestructura más ambicioso y polémico del gobierno federal, y una pieza central para el futuro de Yucatán, se encuentra bajo un intenso escrutinio financiero. Datos duros y análisis de fuentes periodísticas y económicas revelan una disparidad abismal entre los gigantescos subsidios que recibe y los modestos ingresos que genera, planteando serias dudas sobre su sostenibilidad económica a largo plazo.
La obra, defendida como un motor de desarrollo para el sureste, opera bajo dos realidades que chocan frontalmente: la de la promoción política y la de los fríos números de sus estados financieros.
La dimensión del desequilibrio financiero es contundente. Un análisis basado en cifras oficiales, reportado por el periodista Rubén Aguilar, detalla que durante el año 2024, la operación del Tren Maya tuvo el siguiente comportamiento:
- Subsidios Gubernamentales Recibidos: $29,912,000,000 de pesos.
- Ingresos Propios Generados: $276,000,000 de pesos.Estos números indican que por cada peso que el Tren Maya generó por su propia cuenta (venta de boletos, servicios, etc.), el gobierno tuvo que inyectarle aproximadamente 108 pesos en subsidios para mantenerlo en funcionamiento.
Otro informe de El Financiero corrobora esta tendencia, señalando que el tren solo generó el 2% de sus ingresos totales, dependiendo de los subsidios para cubrir el 98% restante de sus costos operativos, y que operó 11 de sus primeros 12 meses en números rojos.
La Realidad Financiera del Tren Maya (2024)
| Métrica | Cifra Reportada | Fuente |
|---|---|---|
| Subsidios Gubernamentales | $29,912,000,000 MXN | Animal Político |
| Ingresos Propios (Boletos, etc.) | $276,000,000 MXN | Animal Político |
| Porcentaje de Operación Subsidiada | 98% | El Financiero |
| Sobrecosto vs. Presupuesto Original | +228% | IMCO |
En un marcado contraste con la cruda realidad financiera, la administración del tren, a cargo del Ejército, ha impulsado agresivas campañas para fomentar su uso. Un ejemplo claro fue la promoción lanzada entre mayo y junio, donde en la compra del viaje de ida en clase turista, se regalaba el boleto de regreso.
Esta estrategia busca aumentar el número de pasajeros y popularizar el servicio, bajo la narrativa oficial de que el Tren Maya no debe ser medido como una empresa privada, sino como una inversión social a largo plazo cuyo objetivo es llevar desarrollo y bienestar a una región históricamente olvidada.
La situación ha dividido las opiniones. Por un lado, defensores del proyecto argumentan que obras de infraestructura pública de esta magnitud, como el metro en las grandes ciudades, rara vez son rentables por sí mismas y su verdadero valor radica en los beneficios económicos indirectos que generan: turismo, empleo, y desarrollo regional.
«El déficit es abismal. No hay posibilidad alguna de que sea rentable como transporte de personas y hay dudas de que lo consiga como transporte de carga.» – Cita directa del análisis de Rubén Aguilar, que resume la postura crítica.
Por otro lado, analistas económicos y organizaciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) han advertido sobre el sobrecosto de más del 228% del proyecto y la falta de estudios de viabilidad robustos que justifiquen una inversión tan masiva. La preocupación es que se convierta en una carga permanente para las finanzas públicas, desviando recursos que podrían usarse en otras áreas prioritarias.
Para Yucatán, estado que alberga algunos de los tramos y estaciones más importantes, el futuro del Tren Maya es crucial. La pregunta que queda en el aire es si la promesa de desarrollo logrará, eventualmente, justificar el enorme costo que los contribuyentes están pagando hoy.
La Verdad Yucatán
