Jiang Shixue*: Hacia un futuro más prometedor para las relaciones entre China y América Latina

Hacia un futuro más prometedor para las relaciones entre China y América Latina
Jiang Shixue*
▲ Perú busca impulsar una cita de alto nivel con China y Brasil para abordar el desarrollo de un proyecto ferroviario que uniría el océano Atlántico con el Pacífico por medio del megapuerto peruano de Chancay, reportó el ministerio de Economía en Lima.Foto @CRECofficial
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asta ahora, en lo que va del año, el encuentro más destacado de la diplomacia china ha sido la cuarta Reunión Ministerial del Foro China-Celac, celebrada en Pekín el pasado 13 de mayo. El presidente Xi Jinping pronunció un discurso inaugural en el que anunció que China está dispuesta a unirse a sus socios de América Latina y el Caribe (ALC) para lanzar cinco programas que promuevan nuestro desarrollo y revitalización compartidos y contribuyan a una comunidad China-ALC con un futuro común
. Estos cinco programas ambiciosos y con visión de futuro tienen como objetivo fortalecer la solidaridad política, promover el desarrollo económico, fomentar los intercambios culturales, proteger la paz mundial y ampliar la conectividad entre los pueblos.
La cuarta reunión ministerial también reveló un plan de acción conjunto para el periodo 2025-2027. Cubre todas las áreas de cooperación bilateral imaginables: desde la lucha contra la pobreza hasta el combate a la corrupción, desde el cambio climático hasta la ciberseguridad, desde la inversión hasta la innovación, desde la confianza política hasta los intercambios entre pueblos, y desde la tecnología hasta el comercio.
Sin embargo, transformar el plan de acción en resultados concretos no es tarea fácil. Como el plan equivale a una hoja de ruta, ambas partes deben tomar medidas tangibles durante su puesta en marcha. Es decir, ambas partes deben cumplir con su palabra, ya que las intenciones de promover más la relación no pueden quedarse sólo en el discurso. Hablar por hablar no es productivo, por tanto, para materializar todos los grandes objetivos anunciados en la declaración conjunta, es necesario redoblar esfuerzos para evitar caer en la trampa de hablar sin actuar.
Después de todo, promover relaciones bilaterales es una vía de doble sentido. Del lado chino, es necesario seguir invirtiendo en América Latina, no sólo en infraestructura, sino también en alta tecnología, manufactura y agricultura, entre otros. Al mismo tiempo, China debe abrir más su mercado a los productos no tradicionales de América Latina.
Por parte de América Latina, para atraer más inversión china es fundamental mejorar el entorno de inversión reduciendo los riesgos país
. Según el ranking Doing Business
del Banco Mundial, el país mejor posicionado de América Latina es Chile en el puesto 59. Muchos otros están por encima del puesto 100. Este tipo de entorno no es favorable para los inversionistas chinos.
Es cierto que el mercado chino es enorme y ofrece muchas oportunidades para los productos extranjeros. Sin embargo, también es muy competitivo. Para ingresar en él, es necesario aumentar la competitividad de los productos.
Algunos países latinoamericanos suelen quejarse de que la balanza comercial no les es favorable. Por ello, desean que China les compre más. La pregunta es: ¿qué puede vender América Latina a China además de los productos tradicionales?
Los latinoamericanos deben comprender que la continuidad de las políticas es importante tanto para los asuntos internos como para los externos. No obstante, con demasiada frecuencia, las políticas gubernamentales en América Latina tienden a cambiar cuando la oposición llega al poder. Este patrón de cambios abruptos no sólo socava los objetivos de desarrollo a largo plazo, sino que también debilita las asociaciones internacionales. En este punto, tenemos por ejemplo la actitud del presidente argentino Javier Milei hacia China, que ha puesto en duda si la política de la administración anterior podrá mantenerse.
Tanto China como América Latina deben tomar acciones conjuntas para seguir promoviendo las relaciones bilaterales. En la etapa actual, deben lidiar con el llamado factor EU
de manera sutil. De hecho, desde el inicio de la presencia económica china en América Latina, Estados Unidos ha manifestado preocupación o incluso vigilancia frente al desarrollo de la cooperación Sur-Sur en el Pacífico. Washington ha hecho grandes esfuerzos por sembrar discordia entre China y América Latina, y también ha utilizado la táctica de la zanahoria y el garrote
para disuadir a los países latinoamericanos de acercarse a Pekín. Aparentemente, el objetivo de Estados Unidos al lanzar el programa América Crece
(Growth in the Americas) en 2019 y la Asociación para la Prosperidad Económica de las Américas en 2023 fue contrarrestar la influencia de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China en la región.
Este tipo de zanahoria
se combina bien con el garrote
. El presidente Donald Trump declaró que EU recuperaría
el Canal de Panamá mediante una acción poderosa
. No es de extrañar que Panamá decidiera retirarse de la BRI y que la empresa hongkonesa CK Hutchison anunciara la venta de su participación mayoritaria en dos puertos de la zona del Canal de Panamá, junto con muchos otros puertos en todo el mundo.
Lidiar con el impacto del factor EU
en las relaciones China-América Latina no es tarea sencilla. Por un lado, los países latinoamericanos podrían seguir el consejo de Jorge Heine, ex embajador chileno en China, y optar por un no alineamiento activo
ante el actual enfrentamiento comercial entre las dos potencias; por otro, se deberían hacer esfuerzos para crear un triángulo de cooperación entre los sectores empresariales de China, EU y América Latina, de modo que las tres partes salgan beneficiadas: un verdadero gana-gana-gana.
Otra acción conjunta que ambas partes deben emprender es el fortalecimiento del entendimiento mutuo. Debido a las barreras lingüísticas, la distancia geográfica y las diferencias en los sistemas políticos, económicos y sociales, no muchos chinos conocen bien América Latina, y lo mismo ocurre a la inversa. El plan de acción conjunto para 2025-2027 propone diversas formas de fortalecer ese entendimiento. Por ahora, y también en el futuro próximo, es necesario redoblar los esfuerzos para promover el turismo. China ha decidido conceder entrada sin visa a ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay como parte de sus esfuerzos para facilitar los viajes transfronterizos y fortalecer los intercambios entre pueblos. Esto es, sin duda, un gesto bien recibido.
En América Latina hay un conocido proverbio: Quien tiene un amigo, tiene un tesoro
. Se puede esperar que China y América Latina continúen valorando su amistad por generaciones.
* Profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao
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