Los trabajadores que caen en uno de los mitos laborales más comunes pueden perder parte de su finiquito al despedirse de su empresa

Todos los trabajadores tienen derecho a rescindir su contrato y acabar con la relación laboral que le une a su empresa, aunque para hacerlo han de cumplir con lo que marca la ley. De no hacer caso a la ley, podrán tener problemas que hagan su decisión una medida no tan positiva.
Porque, si bien el Estatuto de los Trabajadores permite en su artículo 49 (puede consultarlo en este enlace) la dimisión de los empleados, es igualmente cierto que hace referencia a que esta decisión se tendrá que comunicar "debiendo mediar el preaviso que señalen los convenios colectivos o la costumbre del lugar".
Lo habitual es escuchar que se deben conceder 15 días de preaviso a la empresa, un tiempo más que suficiente para que pueda tomar medidas para reemplazarnos y que no se sienta perjudicada por esa marcha imprevista. Pero no siempre es así.
Lo advierte el sindicato USO (Unión Sindical Obrera), que se dirige a aquellos trabajadores que creen que con 15 días de preaviso es suficiente. La respuesta es que no: todo depende de lo firmado en el convenio colectivo entre el trabajador y la empresa.
Lo de los 15 días de preaviso, afirma USO, "es un error común" y "uno de los mitos laborales más comunes" que, de seguirse como una "norma universal", puede derivar en problemas para el trabajador que deja la empresa. En concreto, en menos dinero de finiquito.
"Si no respetas el plazo que indica tu convenio, la empresa tiene derecho a descontarte del finiquito los días que no hayas preavisado", avisan desde USO, aprovechando para pedir a los trabajadores que revisen su convenio "antes de tomar cualquier decisión".
Esto se debe a que, aunque en muchas ocasiones el periodo de preaviso es de 15 días, "también podría ser más o incluso menos". En el segundo caso no habría problemas, pero en el primero el trabajador se estaría saltando días de preaviso, con la consecuente reducción de su finiquito al entenderse que se marcha antes de tiempo.
eleconomista