El reloj de Jacob & Co. del que presume Tom Brady que cuesta 700.000 euros

El deportista Tom Brady es un amante confeso de la alta relojería, por eso no es de extrañar que posea una gran colección de auténticas joyas y piezas de artesanía únicas entre los que no faltan diseños de Rolex y Audemars Piguet. Tanto es así, que recientemente ha subastado varios de sus diseños de la mano de la casa Sotheby's, probablemente para hacer hueco para nuevas piezas. Uno de los modelos más espectaculares que posee el ex de Gisele Bündchen con el que se dejó ver en la Super Bowl de este año es el Caviar Tourbillon de Jacob & Co., un ejemplar de auténtico lujo repleto de piedras preciosas que está limitado a tan solo 18 piezas para todo el mundo y cuyo precio, no apto para todos los bolsillos, es de 740.000 dólares (unos 707.000 euros al cambio actual).

Según la firma estadounidense, este diseño recrea una lata grande de caviar en la que los granos están tan apretados que parecen casi cuadrados y para ello se trabajó la técnica de fraguado invisible, lo que hace que no se vea ninguna punta, ningún metal que pueda romper la serie continua de gemas. De exquisitos acabados, muestra la experiencia en alta joyería de la firma aplicada a la relojería de lujo.

Lo más significativo de la pieza es que está cubierta completamente por gemas de talla brillante de corte baguette. La caja de 44mm presenta 224 gemas y la corona tiene 16 más y una gran talla rosa. Por su parte, la esfera está formada por una serie de filas concéntricas de 130 gemas de talla baguette. El ejemplar de Brady en color amarillo, pero está disponible en diamantes blancos, esmeraldas, rubíes, zafiros azules, amarillos, rosas o naranjas que forma un tipo camuflaje o arcoíris. Así hay un total de 424 piedras preciosas.

Este reloj viene equipado con el calibre JCAA43 que está regulado por un tourbillon volante de un minuto visible a través de una abertura en la esfera. Su rotación constante es la vida mecánica del Caviar Tourbillon. Está compuesto por 216 componentes, tiene un movimiento de cuerda automático y una reserva de marcha de 42 horas.

El calibre también está repleto de gemas, así, cuando se mira a través de su fondo de caja de zafiro el movimiento expone un engaste de 338 diamantes de talla brillante, los puentes y el rotor calado están totalmente cubiertos por ellos, una tarea sumamente delicada que requiere de una gran experiencia y habilidad.