¿Por qué las infancias ya no juegan en la calle? Esto dice la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Expertos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) indicaron que las calles y los parques ya no son un destino habitual para las niñas y niños, por lo que proponen recuperar su papel a través del urbanismo con enfoque infantil.
El informe, publicado el 4 de junio, detalló que muchas infancias actuales permanecen en casa, sin salir a jugar o recorrer sus colonias a pie, “por razones múltiples y complejas”.
Pamela Castro Suárez, profesora de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, colabora con la organización civil Pro-Pedregales para abordar el tema del espacio público en colonias de bajos ingresos
En sus estudios, identificó que las infancias de clase media, rara vez usan las calles, suelen ser transportadas en automóvil y no van solas a la tienda, mientras las de clases populares aún caminan a la escuela y acuden a parques públicos.
De acuerdo con la académica, el diseño urbano debe procurar que los espacios públicos sean lo suficientemente atractivos y funcionales para que las infancias regresen a ellos.
Asimismo, señaló que, cuando los parques están deteriorados, con basura o mobiliario roto, las familias prefieren quedarse en casa y los infantes sienten mayor atracción por videojuegos o centros comerciales, donde hay comida rápida y cines.
Otro problema, es cuando las escuelas no les permiten salir al recreo para “mantener el orden”, cuando jugar mejora el bienestar emocional, la concentración en clase y beneficia el ambiente escolar.
Tomar en cuenta las propuestas de infancias en el diseño urbano
Para Castro, la solución al problema va más allá de la infraestructura, empezando por tomar en cuenta las propuestas infancias en el rediseño de estos espacios, lo que es complicado porque muchas veces los adultos opinan por ellas:
“Se debe estimular la participación de las infancias, aunque es muy difícil porque los adultos creen saber cuál es la opinión y la visión de las infancias y también que pueden opinar por ellas; sin embargo, cuando las infancias tienen la oportunidad de expresar sus necesidades y sus expectativas, lo hacen con claridad (...) con una alta conciencia comunitaria (...) (sus) propuestas son razonables y centradas”, sostuvo.
La profesora aseguró que escuchar y trabajar directamente con las niñas y niños, a través de métodos que los incluyen para recuperar espacios públicos, ha dado resultados concretos en colonias y escuelas.
Asimismo, señaló que las adolescencias suelen ser ignoradas en el diseño de parques, porque piensan que ya no juegan, cuando muchos aún usan columpios y resbaladillas.
Incluir infancias y adolescencias en la planeación urbana, garantiza su derecho a la ciudad, es decir, el acceso equitativo a espacios públicos de calidad.
En ese sentido, Castro indicó que está trabajando en la capacitación de funcionarios públicos sobre los derechos de las infancias y sus necesidades.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), es una institución interesada en integrar las opiniones de las infancias en la planeación urbana, y aunque hay manual sobre el tema, su implementación sigue en proceso, destacó el informe.
Parques para las personas cuidadoras
Castro destacó la importancia de espacios para las personas cuidadoras en los parques públicos, ya que deben protegerse del sol y tener dónde sentarse, mientras acompañan a los infantes.
Indicó que la distancia es otro obstáculo, pues varias personas pasan horas en el transporte público y tienen poco tiempo para acudir con sus hijos a parques, los cuales muchas veces quedan lejos de casa.
Ante esto, la profesora propuso una política de parques vecinales, para que sean espacios utilizados con regularidad.
Niñas y niños son invisibles en espacios laborales
En sus talleres, la académica aborda el tema de la invisibilidad de los infantes en la vida laboral, pues se encuentran “incluso debajo de los escritorios de las oficinas donde trabajan sus madres y padres”, aunque no se perciben:
“Si bien en este momento no hay ludotecas, eso no significa que no pueda haber en el futuro. En otros países lo han hecho como proyectos mixtos: las bibliotecas no sólo son bibliotecas; también pueden tener una ludoteca”.
Finalmente, Castro señaló que no se necesita crear nuevos espacios, sino que, en los que ya hay, deben implementarse lugares para que “las infancias jueguen mientras sus padres trabajan”.
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