Camilo Romero: 'Debemos ganarnos de nuevo la confianza de las mayorías nacionales'

El exgobernador de Nariño y exembajador en Argentina, Camilo Romero, habló en entrevista con EL TIEMPO sobre su candidatura presidencial, lo que plantea la izquierda en el frente amplio y el camino que tomará. Asimismo, sobre los cuestionamientos que ha tenido el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la forma en la que podría afectarlo durante la campaña.

La inquietud política ha estado desde hace mucho tiempo, siempre parados desde el lado de la ciudadanía, confrontando lo que hemos llamado nosotros una clase política tradicional que consideramos ha dejado un balance de país y de democracia poco deseable. Meterme en la acción política ha significado para mí el paso para intentar transformar el país y hemos ya pasado por varias etapas, fui senador en el 2010 al 2014, fui precandidato presidencial en el 2014, que fue cuando más respaldo ciudadano obtuve, 746.518 colombianos votaron por mí en esa consulta. Si algo creo que necesita hoy el país es un modelo de gestión y de gobierno.

Cuidado con creer que ganamos el poder. Se ganó una elección, que es ganar una parte del poder político en Colombia, y el de la presidencia, ni siquiera de las mayorías del Congreso, ni siquiera de las regiones, mucho menos en otras áreas del Estado colombiano. Una parte de la población entiende lo que está ocurriendo, se la juega a fondo y sabe que hay una disputa de poder, que hay otros que no se van a dejar. El presidente Petro busca unos cambios estructurales, porque nunca en el país habíamos hablado de reformas. El fondo es que por primera vez hay un gobierno dispuesto a intentar garantizar derechos a la ciudadanía y una clase política tradicional dispuesta a evitarlo. Ahí está la confrontación de fondo.

Hay que hacer una valoración completa del ejercicio de gobierno. Ustedes no pueden decir o concluir que el Petro que llegó era el Petro que empezó la nueva campaña desde la presidencia de la República. El primer gesto de Petro al ganar la presidencia fue reunirse con Uribe. El primer mensaje de Petro es reunirse con los contrarios. El segundo mensaje es nombrar un gabinete en donde había siete ministros que ya habían estado en el ejercicio de lo público y lo político, que pueden estar siendo parte, reconociéndole su valor y su trabajo, pero siendo parte de un establecimiento. Ustedes ven el cambio de discurso, sí, se lo reconozco. Es un cambio de discurso, de decir, me engañaron. Yo intenté hacer un acuerdo nacional, no quisieron conversar conmigo. Lo que proponemos hoy, al menos, está enfocado en que seamos capaces de ganarnos de nuevo la confianza de las mayorías nacionales.

Planteándole necesariamente un modelo de gobierno abierto y de gestión de lo público que significa primero, transparencia. Segundo, participación. Tercero, colaboración. Cuarto, gestión y ejecución por parte del gobierno. Que la gente pueda ver en línea cómo va la ejecución de cada uno de los ministerios, cómo van los programas, los proyectos, cómo van las metas, cuáles son los funcionarios.

Yo no vengo a renegar como han hecho exministros del gobierno, ni como exaliados del gobierno. A mí me tocó estar a 7.000 kilómetros de distancia, pero tengo la entereza de decir, hago parte del sector alternativo en Colombia. Ni me avergüenza, ni me da pena decirlo, me enaltece. Y también puedo decir que he caminado en paralelo y nos hemos encontrado varias veces con el presidente Gustavo Petro. Hemos tenido caminos paralelos y nos hemos encontrado en esos caminos. Porque finalmente el sector progresista es más que un personalismo, el sector alternativo es más que una persona y reconociendo esa capacidad de alguien que se convierte en presidente de la República desde un sector que hasta entonces era marginal en la acción pública y política en Colombia.

La conversación que tuve con él fue el 2 de marzo en Montevideo. Y no fue nada distinto a lo que se conoce en público. Él ha dicho, creo que hay que convocar a un frente amplio y en lo personal me dijo, allí está el frente amplio. Entonces, estamos convocados a la construcción de un frente amplio. Creo que es necesario para el país y es más allá del sector progresista, de la izquierda, de los sectores de centroizquierda. Es finalmente el punto de encuentro de las mayorías nacionales y es donde yo creo que debemos estar parados.

Hace cuatro años intenté ser el candidato del partido de Alianza Verde. Finalmente, no se da y no se da porque no se cumplen unas condiciones democráticas, pero eso ha dejado un gran aprendizaje, que también es un ejemplo de quien hoy es presidente de la República. Las ideas y las iniciativas políticas están por encima de cualquier estructura, política o económica o partidista. Es una realidad. Hoy nosotros tenemos amigos en el partido de Alianza Verde, amigas en el partido de Alianza Verde, sin duda. Hay un sector alternativo, progresista que nos acompaña. No han fijado las reglas de juego. De hecho, el senador Inti Asprilla me invita de nuevo a que haga parte del Verde, pero hasta que no haya unas reglas de juego claras, nosotros lo que vamos a hacer es empezar, caminar el país, escuchar a todo el mundo, fortalecer esa idea del frente amplio y luego nos dedicaremos a la mecánica electoral.

Más que propuestas estamos en diálogo. El lunes de la semana pasada tuve una reunión con el Pacto Histórico. El aporte que podemos hacer es más que venir a competir, venimos es a cooperar. Venimos es a ayudar, a juntar los hombros y a echar a andar, con esa frase del pa’ lante. Hablamos con los amigos del Pacto Histórico, con quienes hemos transitado juntos, caminado juntos. Si solo se trata de una consulta que la gane cualquiera de quienes allí están, necesitamos, a mi modo de ver, con urgencia, construir una candidatura coherente, consecuente, con capacidad de diálogo y convocante, con las mayorías de Colombia. Hablé ese día con otro sector alternativo que se hace llamar Unitarios y estuve conversando con ellos. Y, por supuesto, voy a plantear una conversación con los sectores del partido Alianza Verde. Así es que la mecánica política la definiremos en su momento.

Quiero salir todavía más a las regiones y a los territorios. En lo que estoy construyendo, el siguiente paso consecuente sería marzo, pero no descarto octubre. Porque muchos sectores, mucha gente amiga del Pacto que nos está invitando en todo el país a que conversemos.

Bolívar es un hombre valioso en la política colombiana porque es un político fuera de lo común. Es un tipo que se ha ganado un lugar en el país que más allá de sus porcentajes de favorabilidad o desfavorabilidad, tiene una credibilidad. Es un tipo honesto en la política colombiana, que dice lo que piensa, me parece que eso es valioso y hay que rescatarlo en el ejercicio político. Estoy seguro de que va a tener un papel preponderante en la acción de lo público. Uno no puede descartar un hombre como Bolívar, pero que también debemos estar él, nosotros, todos, dispuestos a una estrategia de victoria.

Lo que ha ocurrido con el tema de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo sobrepasa incluso los temas ideológicos. Son temas de talantes humanos, finalmente. Como conozco a Olmedo, Petro nombra a Olmedo, Olmedo me busca. Como estoy seguro, busco a otros. Y es él quien me pide a mí la referencia de hojas de vida. Que es muy distinto. ¿Yo qué hago? El tipo me pide unas hojas de vida y mando siete hojas de vida. De gente que yo considero, hasta ese momento no tenían ninguna mancha.

Yo tengo la capacidad de contarle al país esto que les he contado a ustedes, que igual es lo que ocurrió. Eso fue lo que pasó allí. La certeza del pueblo colombiano de que yo no hago política para enriquecerlo, que no estoy metido en eso, ni en ningún caso de corrupción en mi país. Por supuesto, estas cosas, insisto, deben ser cada vez menos asimilables por la sociedad colombiana, deben ser rechazadas por la sociedad colombiana. Y por eso le planteo a Colombia un modelo de gestión y de gobierno.

Con el modelo de gestión de gobierno abierto y la capacidad de ganar la confianza de la sociedad conversando, hablando, creo que es muy importante. Nosotros tenemos que impulsar esto que hemos impulsado desde siempre, una política distinta, una política alternativa, una política de cambio. Creo que si logramos ese modelo de gestión de gobierno abierto que plantea la sociedad colombiana, cuando lleguen esos personajes circunstanciales, que estuvieron con Uribe, Santos y Petro, podemos plantearnos un gobierno que tenga un ejercicio de coalición, basados en transparencia y que sean responsables de sus acciones.

Esas ya son decisiones que el presidente ha tomado, que se convirtieron en realidades. Yo creo que el marco que nosotros podemos plantear es el que les he dicho, es un marco de intentar esta política de diálogo con muchos sectores, pero bajo el ejercicio de un gobierno abierto, que creo es lo que necesita hoy el país. Yo siento que el país necesita hoy una garantía y nosotros creemos que somos quienes podemos dar la respuesta a eso.

Sin duda alguna, ha quedado demostrado que el cambio no solo se predica y se practica ganando la presidencia de la República. Es un aprendizaje contundente. Si algo tenemos que hacer ahora con claridad es ir por esas mayorías del Congreso de la República. Yo difícilmente creo que alguien pueda rebatir que el presidente no tenga la voluntad política de garantizar derechos a la ciudadanía. Difícilmente. Está demostrado. ¿Qué nos pasó? Que en el Congreso nos bloquearon. ¿Qué necesitamos? Un nuevo Congreso. Y ese nuevo Congreso debe estar en la construcción en paralelo del frente amplio. Aspiro a que seamos capaces de lograr mayorías en el Congreso de la República desde ese frente amplio.

Me parece que hay mucho de forma y de discusión de forma. Porque tanta crítica que se escucha hoy frente a esta postura no fue tan contundente frente a la manera de esa votación en el Congreso. Teniendo estas herramientas tecnológicas, una votación con una hojita de papel en el Congreso de la República es una cosa, por decir lo menos, vergonzosa. No tiene sentido. Es decir, eso no enaltece la democracia. Lo más fuerte de todo esto en argumentación es que el presidente lo que busca es que se exprese el pueblo y la ciudadanía en las urnas. No hay dictadura alguna que haga eso. La dictadura lo que hace es evitar eso.

La rama judicial se va a pronunciar. La Corte Constitucional tendrá que pronunciarse nadie le va a negar eso. No es que se niegue una decisión del Congreso, se discute si eso se decidió bien o no. Por eso les digo que ya son los detalles en los que estamos metidos.

Es una realidad en los gobiernos que haya unos nombramientos políticos. No es que se implementó en este gobierno. Los gobiernos han tenido eso. Ha habido un esfuerzo por mejorar que sean los funcionarios de carrera que tienen, por supuesto, unos méritos, que han hecho un trabajo, que merecen esos espacios. Pero yo creo que una combinación de esas dos cosas no puede negarse para el buen funcionamiento porque finalmente representamos al Estado pero también al Gobierno.

Yo creo que ya ha habido ejercicios de gobierno alternativos en Colombia exitosos a nivel municipal y departamental. Eso se ha dado. Hay varios ejemplos de gente exitosa en ejercicios de gobierno. Yo creo que eso hay que recuperarlo. En Colombia somos muy dados a que empezamos de nuevo. Al menos hay ejercicios de gobierno cada cuatro años, como si no sirviera nada de los demás. Algunos son completamente malos, otros son solo los buenos. Debe haber una garantía de un ejercicio, a mi modo de ver, de generación de confianza y de transparencia en la sociedad colombiana. Debe abrirse las puertas a una meritocracia que en ese estilo de gobierno abierto también esté no solo permitido, sino impulsado, avalado, acompañado, pero entendiendo, sin lugar a duda, un marco de acción que tiene que ver con un programa de gobierno en elecciones y un plan nacional de desarrollo en el ejercicio de gobierno.