Los cuestionamientos más duros que recibió Guillermo Francos y los reproches tras la espera de dos horas en una sesión caliente por el escándalo cripto

La interpelación a Guillermo Francos por el escándalo cripto arrancó caliente, incluso desde antes de que el jefe de Gabinete ingresara al recinto de la Cámara de Diputados. Es que el funcionario tuvo que esperar casi dos horas para entrar y afrontar de una vez las preguntas de la oposición. Y cuando finalmente se acomodó en su asiento, los cuestionamientos lo mostraron incómodo.

"Nunca en mi vida he hecho esperar dos horas a nadie para una reunión, es una falta de respeto", lanzó Francos apenas entró al recinto, cerca de las 16. La sesión estaba llamada a las 14, aunque en realidad debió llevarse a cabo el martes 22 y fue postergado por el duelo nacional por la muerte del papa Francisco.

La previa dejó muy caliente el recinto. Hubo acusaciones y reproches por la metodología de interpelación. La temperatura creció, además, por la ausencia de Luis Caputo y Mariano Cúneo Libarona.

"¿Qué día tienen libre para venir acá a dar la cara?", preguntó, irónico, Pablo Juliano (Democracia para Siempre). "Nadie le está faltando el respeto al jefe de Gabinete", añadió.

Ese clima candente recibió a Francos en Diputados. Apenas se sentó, el diputado peronista Sergio Casas lo llamó "caradura".. Las preguntas, a diferencia de su entrada, no se hicieron esperar.

Los diputados de Unión por la Patria le criticaron al jefe de Gabinete el auspicio del Ejecutivo en el Tech Forum y las visitas de Mauricio Novelli a la Casa Rosada. Juan Marino sacó recortes de prensa para intentar acorralar a Francos.

"Usted se guía por información de prensa. Si tiene alguna prueba, llévelo a la Justicia", le contestó Francos.

El jefe de Gabinete respondía algunas preguntas. En cambio, ante otras consultas prefirió evitar una devolución. Se excusó por falta de información y por lo que, dijo, eran apreciaciones personales y no consultas de los diputados. Incluso le hicieron, de forma insistente, los mismos interrogantes.

Fue entonces que trató de salir a su defensa el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. "¿Usted es el abogado de Francos?", le reprocharon a Menem.

El asunto de los abogados volvió a colarse en la sesión apenas unos minutos más tarde. "Por el momento, Milei no necesita ningún abogado", dijo Francos, que extendió su comentario a la situación de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. “Me parece que, hasta ahora, no tiene necesidad de tener ningún abogado. Supongo que en caso de que reciba una acusación, designará uno, pero hasta el momento no necesita ninguno", reiteró sobre la situación de Milei.

En otro momento, reconoció que él no maneja "el sistema blockchain" y dejó una frase insólita: "Una sola vez tuve un cuarto de bitcoin y lo perdí porque me olvidé cuál era el operador que lo tenía".

Uno de los puntos más críticos fue el famoso tuit que, segundos después del lanzamiento del token #LIBRA, publicó Javier Milei en sus redes sociales para difundir la criptomoneda.

A propósito de eso, el jefe de Gabinete descartó que la difusión del proyecto hubiese tenido un “trato preferencial” con respecto a otros. A tono con su exposición general, dijo desconocer cuáles eran las vinculaciones de la iniciativa con las Pymes. Es que en ese tuit del Presidente se hablaba de un nexo entre la criptomoneda y fondos para supuestamente impulsar a las pequeñas y medianas empresas argentinas.

Hubo otra intervención de Juliano que incomodó a Francos. "¿Le gusta el mar o la montaña? Capaz tiene ganas de responder otra cosa porque no contestó nada de lo que se le preguntó", ironizó. Aunque aclaró que la chicana no buscaba para faltarle el respeto a él, pero señaló que “al pueblo argentino ya se le faltó el respeto”.