Vox impone restricciones a la lengua propia de Valencia y Baleares

Vox ha logrado, con desigual éxito, avanzar en su ofensiva cultural, y lingüística, en la Comunidad Valenciana y en Baleares. La necesidad del PP de contar con el apoyo de la derecha extrema para sacar adelante sus presupuestos para el 2025 ha permitido a los de Abascal imponer en la negociación, más en el caso valenciano que en el balear, su criterio para debilitar la lengua propia. Especialmente en el sistema educativo, en la administración, en el sector editorial y en la promoción social para su uso. Una “guerra cultural” que no ha encontrado apenas oposición en el caso de Carlos Mazón, muy cuestionado por su gestión de la dana, y en la que Marga Prohens ha presentado resistencia a pesar de realizar ya algunas concesiones a la derecha ex­trema.

El caso valenciano es paradigmático. La Acadèmia Valenciana de la Llengua, AVL, entidad normativa, y estatutaria, que creó el PP de Eduardo Zaplana y que fue apoyada por unanimidad, ha sufrido un recorte en su presupuesto para actividades (compra de bienes, inversiones y transferencias a entidades y asociaciones, fomento de la lengua y la lectura) de 1,2 millones de euros a 133.000 euros. El síndic de Vox en las Corts Valencianes ha llegado a declarar que “queremos estrangularla”. La AVL ha remitido un informe al Parlamento valenciano en el que avisa de que estos recortes “harán inviable la misma existencia de la institución”.

Vox ha obligado al PP a dejar sin recursos a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que creó Zaplana

Pero hay más ejemplos. Pues los recortes, drásticos, alcanzan a editoriales en valenciano como Bromera, a fundaciones como Full (dedicada a potenciar la lectura del libro en valenciano) y se ha aplicado una rebaja de medio millón de euros a la promoción del valenciano. En una entrevista en este diario, el conseller de Educació i Cultura, José Antonio Rovira, justificó estos recortes señalando que “no daremos dinero a entidades que Catalunya financia pro Països Catalans”. Al tiempo, los presupuestos valencianos del 2025 incrementan las ayudas a entidades secesionistas, contrarias a la unidad del catalán y el valenciano, como Lo Rat Penat o la Real Academia de Cultura Valenciana, o a entidades para la promoción de la tauromaquia.

En el caso de las Baleares, el pacto que firmó Marga Prohens con Vox para conseguir ser investida presidenta era lo suficientemente ambiguo en materia lingüística como para contentar a ambas partes, pero esa ambigüedad es la causa de la mayoría de los choques que han tenido los dos partidos durante la legislatura. El último desencuentro se ha saldado con una victoria de Prohens, pero con relevantes concesiones en el relato de la formación de extrema derecha: Vox dará su apoyo a los presupuestos a cambio de que se modifique la ley de Educación para que el castellano, y no solo el catalán, sea lengua vehicular en las aulas y con la condición de que se potencien las moda­lidades lingüísticas insulares.

Las cesiones están lejos de las exigencias de los ultras, que pedían la derogación de la ley de Normalización Lingüística y del decreto que obliga a impartir el 50% de las materias en catalán. Su obsesión es que pueda separarse a los alumnos por lengua, con colegios o con aulas íntegramente en castellano o en catalán.

El pacto ha encendido los ánimos entre la oposición, el sector educativo y las entidades de defensa del catalán en las islas, que han recuperado las camisetas verdes, símbolo de la oposición a las políticas lingüísticas del expresidente balear José Ramón Bauzá. El expresidente, que después fue eurodiputado con Cs, aprobó una ley educativa basada en el trilingüismo castellano-catalán-inglés que, en la práctica, dinamitaba la obligación de que, como mínimo, un 50% de las asignaturas, se impartieran en catalán. Estas medidas provocaron la mayor movilización de la historia de Baleares, con 100.000 personas en la calle.

En Baleares Vox fuerza a Prohens a modificar la ley de Educación para beneficiar al castellano en la escuela

Las cesiones que ha hecho Prohens a los ultras son de mucho menor calado que las aprobadas por Bauzá, pero la presidenta balear ya ha tenido que enfrentarse a un grupo de activistas con camisetas verdes hace unos días en un acto con la escritora Carme Riera que le reprochan ese nuevo de sometimiento a Vox. Prohens comenzó su mandato con la eliminación del requisito del catalán en la sanidad entre el colectivo médico.

A partir de ahí, el resto de las medidas lingüísticas que ha ido adoptando han sido por exigencia de Vox y a regañadientes. Puso en marcha un plan piloto voluntario de libre elección de lengua que ha sido un fracaso porque apenas se han sumado media docena de centros.

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En septiembre se iniciará el tramite para cambiar la ley de educación y que el catalán sea lengua vehicular, una medida sin consecuencias prácticas. El PP dice que hasta aquí han llegado en sus cesiones y, con los presupuestos aprobados, ya dan por salvada toda la legislatura.