Cómo ayuda el magnesio a combatir y prevenir la tiroides de forma natural
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El magnesio cumple funciones esenciales en el organismo, como regular el metabolismo energético, participar en la contracción muscular y mantener el equilibrio de minerales clave. También interviene en procesos relacionados con el sistema endocrino, incluida la actividad de la glándula tiroides. Su presencia adecuada puede favorecer la transformación hormonal necesaria para un metabolismo estable. Por este motivo, se ha planteado su posible papel en la prevención de ciertas alteraciones tiroideas.
Aunque la falta de magnesio no es común entre personas sanas, sí puede darse en contextos clínicos específicos, como ingresos hospitalarios prolongados. Para evitarlo, se recomienda una alimentación rica en productos vegetales, cereales integrales y frutos secos, que garantice una ingesta adecuada. Cuando existe un déficit diagnosticado, se puede recurrir a la suplementación oral, siempre bajo indicación médica. Es importante no excederse, ya que un exceso de este mineral también puede provocar efectos indeseados, como alteraciones cardíacas.
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Las necesidades diarias de magnesio se sitúan en torno a los 350-400 mg en adultos, aunque pueden variar en función de la edad o el estado fisiológico. Según Gisela Fernández, dietista-nutricionista del equipo de Ana María Lajusticia, este mineral contribuye a la correcta conversión de T4 en T3, algo fundamental en el equilibrio hormonal. Además, apoya la acción de la paratiroides y tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden proteger las células tiroideas. Su consumo, dentro de una dieta equilibrada, puede ser un aliado para mantener la función tiroidea en buen estado.
Algunos estudios, recogidos por la plataforma CuidaTuTiroides.com, señalan que niveles bajos de magnesio podrían estar relacionados con un mayor riesgo de hipotiroidismo y trastornos autoinmunes. Sin embargo, esta asociación no ha sido confirmada de forma concluyente por la comunidad científica. Las principales guías médicas, como las elaboradas por asociaciones endocrinas de referencia, no incluyen este mineral como parte del tratamiento habitual. De hecho, advierten sobre el uso de suplementos que prometen reforzar la función tiroidea sin aval médico. En algunos casos, se han detectado adulteraciones con hormonas.
El Confidencial