¿De qué se trata el manejo ‘multidisciplinario con monitoreo hemodinámico y neurológico’ que recibe Miguel Uribe?

El senador Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, continúa hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Fundación Santa Fe de Bogotá tras el atentado que padeció el pasado 7 de junio. Según el más reciente parte médico emitido por la clínica, el paciente recibe actualmente “manejo interdisciplinario con soporte y monitoreo hemodinámico y neurológico”, y su estado ha sido calificado como de “máxima gravedad con pronóstico reservado”.

Dicho estado se mantiene desde que el día de ayer, 16 de junio, Uribe fue sometido a una cirugía de emergencia de la que salió con una situación “extremadamente crítica” y con un “edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control”.

Cuando se habla de manejo interdisciplinario, se hace referencia a un equipo médico compuesto por diferentes especialistas, que en estos casos pueden ser en cuidados intensivos, neurología, neurocirugía, enfermería crítica, y otras áreas, que trabajan juntos para tomar decisiones clínicas en tiempo real. En estos casos, cada intervención se evalúa en conjunto y se ajusta en función de la evolución del paciente.

Por otro lado, uno de los aspectos clave mencionados por la Fundación Santa Fe es el soporte y monitoreo hemodinámico, que implica un seguimiento constante del estado cardiovascular del paciente. Básicamente este tipo de monitoreo permite medir variables como la presión arterial, el ritmo cardíaco, el gasto cardíaco y la presión venosa central, con el fin de mantener la estabilidad circulatoria y evitar fallas en órganos vitales.

Básicamente, el monitoreo hemodinámico permite ajustar con precisión la administración de líquidos, vasopresores y medicamentos cardiotónicos, lo que es indispensable en pacientes críticos, sobre todo cuando hay riesgo de colapso circulatorio o shock.

Por otro lado, el monitoreo neurológico es especialmente relevante en pacientes con hemorragias cerebrales, como es el caso de Uribe. Este tipo de monitoreo incluye la valoración continua del estado de conciencia, la respuesta pupilar, el comportamiento motor y, en algunos casos, la medición de la presión intracraneal.

En cuanto, cuando la clínica utiliza la expresión “máxima gravedad con pronóstico reservado”, esta se usa para indicar que el paciente se encuentra en una condición crítica, con riesgo vital elevado, y que no es posible anticipar su evolución.

Periodista de Medioambiente y Salud