La escalada es el nuevo deporte de moda: estos son sus beneficios

En apenas un par de décadas, la escalada ha pasado de ser un deporte relativamente minoritarios a convertirse en la actividad física de moda. Los datos de la Federación Española de Montaña y Escalada no dejan lugar a dudas: sólo en la Comunidad de Madrid se calcula que hay unas 10.000 entradas diarias a rocódromos (comerciales y municipales) .

Por otro lado, el número de federados a nivel nacional en 2024 era de casi 300.000 personas. “Somos la quinta Federación Nacional con más socios del país”, apunta Andrea Cartas Barrera, vicepresidenta y actual responsable y coordinadora del área de escalada de la FEDME.

Las razones de este incremento son obvias para Cartas Barrera: “Cumple todos los requisitos para enganchar: es divertido, cada día supone un reto diferente, conlleva una parte social muy importante y a nivel físico y mental las mejoras se hacen evidentes a corto plazo”.

A todos estos motivos, Miguel del Valle Soto, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte añade: “La escalada supone un desafío combinado con diversión, practicado en un ambiente natural. La satisfacción que supone para un escalador superar sus propios límites es una sensación única”.

Qué es exactamente la escalada

“Es una actividad física y deportiva que consiste en progresar por superficies verticales o desplomadas tanto en roca natural como en estructuras artificiales, utilizando principalmente las manos y los pies, así como la técnica corporal”, afirma el especialista en medicina del deporte. Una de sus claves es, según el experto, que combina fuerza, equilibrio, coordinación, concentración y toma de decisiones.

La escalada es divertida porque cada día supone un reto diferente y a nivel físico y mental las mejoras se hacen evidentes a corto plazo

La escalada puede practicarse en modalidad deportiva, con itinerarios equipados y anclajes fijos, o tradicional, en la que el deportista tiene que colocar su propio material de protección durante el ascenso. También se puede hacer en bloque o búlder, con recorridos de poca altura, sin cuerda, con colchonetas de protección; o en hielo, con herramientas específicas como piolets y crampones. Otra opción es hacerlo en instalaciones artificiales o rocódromos.

Beneficios físicos y mentales

Miguel del Valle Soto apunta a los “movimientos corporales integrales no cíclicos que combinan entrenamiento de fuerza, resistencia, equilibrio y flexibilidad”. Y añade que “los escaladores se sienten con más energía y tienen mejor calidad de vida”.

Pero además, “tiene efectos beneficiosos sobre la cognición y la salud mental y se ha observado que mejora la socialización y la autoestima y reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. Mejora la sincronización entre la corteza cerebral y el aparato locomotor, con lo que consigue se incrementan las habilidades funcionales diarias”, afirma el experto en Medicina del Deporte.

Deporte apto para niños y adolescentes

La escalada en rocódromos, es decir, bajo supervisión, se puede practicar desde edades muy tempranas (a partir de los cuatro o seis años), aunque no existen normativas específicas. Del Valle Soto puntualiza que “en roca se recomienda empezar a partir de los 6 años, aunque depende de la supervisión, del grado de dificultad y de la condición física. En este sentido, hasta los 16-18 años se precisa la supervisión de un adulto, aunque también hay que tener en cuenta si se hace o no con cuerda”.

Y desde un punto de vista físico, “ayuda al fortalecimiento del aparato locomotor (huesos, músculos, articulaciones), mejora la coordinación, el equilibrio y la percepción espacial”, comenta el experto. Además, disminuye el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, el sobrepeso, la obesidad o el síndrome metabólico, y estimula al sistema inmune de los niños disminuyendo el riesgo de padecer infecciones.