Tres errores comunes tras la vacuna contra la gripe que los especialistas advierten evitar

El otoño es una época perfecta para los amantes de las castañas asadas, de los paisajes llenos de colores y de los jerséis y sudaderas gruesas, por lo menos en España. También es una época en la que aumentan catarros y gripes.

Los cambios de temperatura debilitan nuestro sistema inmune y el aire más seco hace que las mucosas sean más propensas a dejar que los virus penetren en el cuerpo. Vacunarse preventivamente es indispensable para muchas personas, reduciendo el riesgo de contagio al ayudar a generar anticuerpos.

Es habitual al vacunarse de la gripe que los profesionales encargados de ello nos adviertan de los posibles efectos secundarios. Saber que puede producir dolor de cabeza, malestar o incluso fiebre hace que estemos preparados y sepamos lidiar con esos síntomas, sin preocuparnos por si se trata de otra cosa que no sea la respuesta a la vacuna. Sin embargo, en algunas ocasiones, cometemos ciertos errores que hacen que la vacuna pierda eficacia y los síntomas posteriores sean más intensos. Conocerlas es clave para evitarlas.

Así lo han señalado varios expertos en el Daily Mail, dejando claro que hay tres errores habituales que conviene evitar después de la vacuna de la gripe si queremos que sea efectiva y el malestar que puede provocar desaparezca cuanto antes. Uno de los errores que destacan los profesionales es tomar analgésicos demasiado pronto, porque podría ser contraproducente.

Los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, pueden reducir la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que evitaría el desarrollo de anticuerpos, y algunos estudios han señalado que tomar paracetamol antes de ponerse la vacuna podría reducir su eficacia.

Tampoco se debería hacer ejercicio intenso en los días posteriores a la vacunación, porque podría aumentar síntomas como la fatiga o el dolor de cabeza. El tercer error que suele cometerse es beber alcohol, porque debilita el sistema inmunitario, afectando a la capacidad de los glóbulos blancos de combatir infecciones, lo que aumentaría las molestias después de la vacuna.

En muchos casos, la vacuna de la gripe no produce ningún tipo de efecto secundario, a pesar de ello, siempre se informa de la posibilidad de que sí que aparezcan algunos síntomas. Lo más habitual es que, en caso de aparecer, sean leves y no duren demasiado tiempo y los más frecuentes son dolor de cabeza o articular, malestar general, fiebre baja o enrojecimiento o hinchazón del sitio donde se ha administrado la vacuna.

La gripe es una enfermedad vírica que se considera bastante contagiosa y la vacuna ayuda a que el organismo pueda defenderse contra el virus que la produce. Además, en los grupos de riesgo puede llegar a ser peligrosa y, en algunos casos, mortal. La vacuna previene las infecciones, reduce las complicaciones y su transmisión.

Se considera personas de riesgo a los ciudadanos de la tercera edad, pero también a los menores de seis años, las mujeres embarazadas y aquellos que tienen enfermedades crónicas e inmunodeprimidas. En estos casos se recomienda la vacuna, que se ha demostrado eficaz contra esta enfermedad, pero también se suele incluir a los profesionales sanitarios.

Vacuna contra la influenza o gripe (virus vivos, intranasal) - lo que usted necesita saber: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007601.htm