Costa Suajili de Kenia, playas y ciudades perdidas: ¿Qué visitar en este destino africano?
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Aunque Kenia es visitada principalmente por sus parques nacionales y sus safaris, su costa ofrece a los viajeros playas de arena blanca además un rico y desconocido patrimonio histórico. La cultura Suajili que mezcla la tradición africana con la herencia omaní y la huella de los comerciantes portugueses, indios o ingleses que dio lugar a lo largo de los siglos a enclaves mágicos como Mombasa o Lamu.
Con tan solo 61 años de historia, la actual Kenia independiente reúne a más de 40 tribus diferentes que hablan más de medio centenar lenguas, entre los cuales el más hablado es el Suajili, que nació en la costa, como el resultado del mestizaje entre los idiomas de los africanos bantúes, y el árabe y persa que los marinos y comerciantes.
El tráfico de personas y mercancías entre el actual Irán, la península arábiga, y Persia dio también lugar a una civilización propia entre el siglo VIII y XIII.
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Un seguro de viaje con coberturas sanitarias es altamente recomendable para viajar por Kenia. Foto:Igor Galo
En la actualidad, la costa de Kenia sigue manteniendo este espíritu cosmopolita y de punto de encuentro de comerciantes del todo el mundo, que, junto a sus playas de arena blanca, un clima cálido la mayor parte del año y la cercanía a las reservas naturales la convierten en uno de los principales destinos turísticos del continente africano.
Mombasa, puerta de ÁfricaCapital hasta 1907 del África del Oriental Británica, Mombasa es la segunda ciudad más antigua de Kenia y también la segunda más poblada. Los libros de las escuelas kenianas dicen que fue fundada hacia el año 900, y que en el siglo XIII ya se había convertido en un próspero centro comercial por el que circulaban esclavos, especias, joyas y todos tipos de productos desde el interior del continente hacia el resto del mundo.
Como otras ciudades-estado suajilis de la zona se fundó sobre una isla cercana al continente, pero protegida por una franja de mar suficientemente amplia que les ofrecía protección frente a invasores. En esta y otras ínsulas cercanas, africanos continentales, árabes y persas se instalaron durante siglos con sus puestos comerciales que con el tiempo daría lugar l mundo Suajili. Aunque fue destruida varias veces en la historia, el casco antiguo de Mombasa que se encuentran hoy en día los visitantes sigue la estructura tradicional de calles estrellas e irregulares y casas de dos o tres pisos. No muy diferente a la que se encontró el navegante Vasco de Gama en 1498, el primer europeo cuyo paso por la ciudad fue documentado, y que daría lugar a una presencia militar y comercial portuguesa durante varios siglos hasta la llegada de Imperio Británico en el siglo XIX.
Todas estas etapas de la historia de la ciudad aún se pueden percibir y vivir hoy en la ciudad. El Fuerte Jesús, levantado en 1593 por los portugueses, es el monumento mejor conservado de la ciudad y una visita obligada para los interesados en descubrir el espíritu e historia de la ciudad. En su interior se conservan vestigios de la presencia portuguesa, pero también de las épocas de dominio omaní, de las élites locales mestizas y del periodo británico.
El recorrido por el monumento se puede hacer por libre, aunque una cooperativa de guías especializados y bien documentados ofrece visitas guiadas por el recinto por entre 1.000 y 3.000 chelines kenianos (entre 7 y 21 euros). Los hoteles también suelen brindar también visitas guiadas por el monumento, y los fines de semana se ofrece un espectáculo de luz y sonido sobre las murallas de este, con cena incluida, que repasa la historia de la ciudad.
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En los aeropuertos de Kenia venden tarjetas sim por 10 euros con hasta 20 gigas de datos. Foto:Igor Galo
El histórico fuerte lusitano es también el mejor punto de partida por el casco antiguo de la ciudad. Muy cerca se encuentran los jardines árabes (Arabic Garden), un lugar perfecto para disfrutar del amanecer o la puesta de sol o el África Hotel que fue el primer hotel del país- Entre sus estrechas callejuelas se también encuentra la mezquita de Mandhry, la más antigua de la ciudad, tiendas de antigüedades y artesanías locales, el puerto viejo o el restaurante Forodahni, que con unas vistas espectaculares al mar y platos típicamente suajili es una clásico entre los viajeros.
Por su parte, la herencia británica se mantiene muy viva en torno a la Avenida Moi, con sus edificios de corte colonial que actualmente albergan oficinas bancos, grandes empresas y edificios gubernamentales. También en esta artería se pueden fotografiar los famosos “Colmillos de Mombasa”, una escultura-monumento levantado por el gobierno británico en 1952 con motivo de la visita de la Isabel II a Kenia, al que llegó siendo princesa y del que regresó a Londres como Reina.
Ciudad en auge: playas, parque naturales y arqueologíaEl crecimiento de Nairobi, especialmente tras la independencia de Kenia, implicó la decadencia de Mombasa durante la segunda mitad del siglo pasado. Con fama de peligrosa y poco atractiva fue considerada por un tiempo solo una escala hacia las playas de sus alrededores.
Sin embargo, el cambio de milenio ha sentado bien a una de las metrópolis africanas más internacionales. La llegada de nuevo de comerciantes de los países del Golfo Pérsico e India, así como la reciente restauración del histórico “tren lunático” construido por los británicos hace un siglo y que conecta el puerto de la ciudad con Uganda, ha vuelto a poner Mombasa en el mapa comercial, y también turístico, de la costa africana.
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Las playas son algunos atractivos de Kenia. Foto:Igor Galo
Esto se puede percibir en los nuevos barrios como Nyali, donde los vecinos locales de clase media y alta comparten con los turistas las playas de área blanca. Un oasis de tranquilidad donde bañarse o pasar la tarde leyendo, por ejemplo, 'Memorias de África', el libro de la baronesa danesa Karen Blixen sobre su estancia en el país, o cualquiera de los títulos de Ngugi Wa Thiongo, el escritor keniano más conocido internacionalmente y que durante un tiempo sonó como posible premio Nobel de literatura.
No son las únicas opciones de ocio que ofrecen estas playas urbanas. Los chiringuitos locales ofrecen, además de bebida y comida local, excursiones en motos náuticas por la costa o paseos en camellos, y en los hoteles y resort de la zona se ofrecen servicios de spa y restaurantes para los visitantes más sibaritas.
Playas, arqueología y parques naturalesY aunque Mombasa no suele ser una parada típica de los tours especializados en safaris, el Parque National Tsavo se encuentra a unas pocas horas de distancia (unos 170 kilómetros) del centro de la cuidad, lo que permite visitar incluso en escapadas de un día. Los hoteles y agencias de viajes locales ofrecen también alternativas de dos o tres noches para quienes deseen pernoctar en los parques.
Más cerca incluso, a menos de una hora de la ciudad hacia el norte, se encuentran el Haller Park, con su población de tortugas gigantes, jirafas, búfalo, antílopes e hipopótamos entre otra fauna o el Mombasa Marine Park, un espacio natural protegido desde 1986, que gracias a un arrecife de coral permite bucear para descubrir la fauna marina local, pero también practicar windsurf y otros deportes náuticos.
Pero los arenales más famosos se encuentran a unos 50 kilómetros al sur, en dirección a la frontera con Tanzania. Las playas de Diani, con sus interminables hileras de palmeras, arrecifes y kilómetros de área blanca son otra opción para disfrutar del “caribe africano” durante cualquier temporada. Sus resorts de cuatro y cinco estrellas suelen ser punto de encuentro de celebridades internacionales y la élite local para disfrutar de los deportes náuticos, el sol y la vida nocturna.
Lamu, suspendida en el tiempoMuy diferente a la vida en Mombasa y sus alrededores, es lo que encontrará el viajero en la isla y la ciudad de Lamu, en el extremo norte de la costa keniana. La ciudad habitada más antigua de Kenia vivió entre los siglos XVII y XIX su edad de oro cuando los sultanes de Omán la convirtieron en un protectorado y centro comercial. De esa época data el Fuerte de Lamu, hoy abierto a los viajeros, delante del cual tenía lugar la venta de esclavos hasta bien entrado el siglo XVIII.
Olvidada por el progreso y los británicos Lamu se mantiene suspendida en el tiempo. Sus estrechas calles, un auténtico laberinto de edificios de diferentes alturas, conservan la estructura original convirtiéndola en la ciudad suajili mejor conservada del mundo. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, la vida en esta comunidad musulmana poco ha cambiado en los últimos siglos, si se exceptúa la llegada de la luz, hace no mucho tiempo, y por supuesto de Internet.
Sin presencia de ningún automóvil en toda la isla. Caminar, cabalgar en alguno de los 20.000 burros que la pueblan o desplazarse en barca por la costa continúan siendo los únicos medios de transporte en un lugar donde el tiempo se detuvo y las prisas no existen. Precisamente fue por su tranquilidad, Lamu comenzó a hacerse popular en los años sesenta entre mochileros que buscaban aislarse del mundo o encontrarse a uno mismo.
Perderse por las calles de la ciudad antigua, y visitar el Museo de Lamu, la Suajili House o la oficina postal alemana son lugares recomendados para descubrir la historia del lugar.
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Es necesario sacar un visado electrónico al menos una semana antes de viajar a Kenia. Foto:Igor Galo
Aunque el principal atractivo es disfrutar de la tranquilidad de un lugar donde los relojes carecen de sentido y la vida se rige por el sol y las llamadas al rezo desde las mezquitas. Y para eso no hay mejor lugar que las playas y dunas de Shela que permanecen prácticamente vírgenes. Algunos (de los pocos) hoteles de Lamu también ofrecen la posibilidad de practicar deportes acuáticos o de salir pesca.
En la isla vecina de Manda (Lamu es en realidad un archipiélago) se han abierto en los últimos años resorts exclusivos para quienes viajeros que prefiere el lujo moderno, y desde done se pueden visitar las ruinas de Takwa, antiguo puesto comercial abandonado, o realizar paseos por sus manglares a bordo de un Dhow, el barco tradicional de la zona.
Otro perfil muy diferente de viajero recala en la isla es el solidario. Lamu es también el campo de actuación de varias ONG españolas como OneDayYes , Anidan (anidan.org/) que está a cargo de una escuela para huérfanos y un hospital pediátrico o Afrikable, una ONG enfocada al empoderamiento femenino, que ofrece estancias solidarias sobre el terreno a interesados en turismo solidario.
Libros y películas sobre Kenia- La Casa del Intérprete. Libro del escritor más famoso de Kenia Ngugi wa Thiongo, en el que cuenta su vida durante la época de la independencia del país.
- Matumbo. Libro con las crónicas del periodista de la agencia EFE, Javier Triana, en durante sus años de estancia en el país
- Memorias de África. El taquillazo de 1985, dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford, es un clásico.
- Es muy recomendable vacunarse para la fiebre amarilla, la hepatitis y la fiebre tifoidea. Aunque en teoría no es obligatorio para los viajeros europeos, la policía keniana suele pedir la cartilla amarilla de vacunación.
- Un seguro de viaje con coberturas sanitarias es altamente recomendable para viajar por Kenia.
- Para conectarte a los datos, se venden tarjetas sim en los aeropuertos por 10 euros con hasta 20 gigas de datos.
- Es necesario sacar un visado electrónico al menos una semana antes de viajar al país, cuesta 32 dólares y se realiza totalmente online en la web oficial del gobierno de Kenia.
IGOR GALO - PARA EL TIEMPO
eltiempo