Comentarios transfóbicos y amenazas contra Irán: Cuando los jugadores de la Juventus caen en la trampa de Donald Trump

¿Pero qué demonios hacían en este lío? Unas horas antes de su partido contra el Al-Aïn (Catar), correspondiente a la primera jornada del Mundial de Clubes, el miércoles por la noche (3:00 a. m. en Francia), una delegación de jugadores y entrenadores de la Juventus fue recibida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
En una secuencia difícil de entender, Manuel Locatelli, Weston McKennie, Giorgio Chiellini, Igor Tudor y Damien Comolli asistieron a una conferencia de prensa con el presidente Trump... mientras permanecían de pie tras él durante varios minutos. La secuencia habría sido cómica en otro contexto, pero en cambio se volvió patética, ya que el presidente divagó sobre la situación geopolítica, llegando incluso a poner en duda futuros ataques estadounidenses contra Irán.
Es fácil imaginar la vergüenza de la delegación bianconeri... Pero esto fue solo el principio de sus problemas. Al preguntarle sobre su predecesor, Joe Biden, Trump desvió bruscamente el tema a la identidad transgénero en el deporte. "¿Podría jugar una mujer en su equipo?", preguntó el presidente, dirigiéndose a dos jugadores al azar: Weston McKennie y Manuel Locatelli.
Obviamente avergonzados por la pregunta, no respondieron, lo que llevó a Trump a insultar a Damien Comolli, el recién nombrado director deportivo de la Juve. "Tenemos un equipo femenino muy bueno", replicó el francés con diplomacia, a años luz de imaginarse en semejante lío unas semanas antes, cuando arbitraba en Toulouse. "Deberían jugar solo con mujeres", replicó Trump.
Según La Gazzetta dello Sport , Donald Trump también usó a los Juventini para justificar su política migratoria: "La gente viene a Estados Unidos, pero tiene que hacerlo legalmente, como algunos de estos tipos detrás de mí. Si vienen legalmente, los queremos. Tienen que decir que aman a Estados Unidos, que aman a nuestro país. Y si no pueden decirlo, no los queremos".
L'Équipe