La llama olímpica regresa a París durante tres veranos

La llama olímpica ha vuelto. Y será cada verano en París durante los próximos tres años, antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Los Ángeles en 2028. Desde el 21 de junio, la noche de la Fiesta de la Música, hasta el 14 de septiembre, fecha del Día Nacional del Deporte decretado por Emmanuel Macron, cualquier persona en París podrá ver o volver a ver un globo lleno de helio, sujeto por una cuerda, elevarse 60 metros hacia el cielo de la capital, alzando el pebetero y su llama. El acceso será libre, sin aforo ni reserva, y la llama estará accesible durante el día, explicó el prefecto de la región Île-de-France, Marc Guillaume, el miércoles 15.

El izamiento del pebetero, al final de la ceremonia de apertura de los Juegos de París 2024 , fue una de las grandes sorpresas de esa tarde lluviosa, pero no ventosa, del viernes 26 de julio de 2024. El entusiasmo por la llama –en realidad una instalación eléctrica compuesta por 40 proyectores LED y 32 ventiladores que esculpen la luz– fue inmediato.

Todas las noches, ya hiciera buen tiempo o amenazara tormenta, multitud de turistas, habitantes de la región parisina, parejas y familias acudían al Jardín de las Tullerías para contemplar el espectáculo. Algunos regresaron con sus primos, acompañaron a sus amigos gruñones que habían regresado de vacaciones antes de lo esperado porque algo estaba sucediendo en París. Todos se fueron con las mismas fotos en sus teléfonos: la llama colocada entre las manos, la llama en la punta de la lengua como un tragafuegos, el globo de helio en la punta del pie para los fanáticos del fútbol. Algunas noches había hasta 30.000 personas.

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