Alto Loira. Terapia asistida con animales: «La presencia de animales aporta mucho consuelo».

¿Nos puedes contar un poco sobre tu trabajo?

En 2017, decidí cambiar de rumbo profesional. Fue entonces cuando comencé mi formación para obtener mi certificación en terapia animal. Este proceso me permitió convertir mi pasión por los animales en una verdadera vocación. No llegué aquí por casualidad: esta decisión es fruto de una profunda reflexión y del deseo de invertir en un sector que me apasiona. Tras una pausa debido a la pandemia de COVID-19, estoy encantado de poder vivir de esta profesión.

Practicas terapia asistida con animales. ¿A qué tipo de público te diriges?

Trabajo principalmente en residencias de ancianos (EHPAD), donde la presencia de animales aporta mucho consuelo a los residentes. También colaboro con otras organizaciones, como el centro de detención preventiva de Puy-en-Velay o el Adapei de Marlhes en el Loira (una asociación que ayuda a personas con discapacidad), así como en residencias de ancianos y centros de ocio. El contacto con los animales, ya sea para acariciarlos, alimentarlos o simplemente jugar con ellos, genera una auténtica sensación de tranquilidad. Compruebo los beneficios de esta interacción a diario.

¿Dispones de un gran número de animales para tus actividades?

Sí, en efecto. Cuido de una veintena de cobayas, conejos enanos, tortugas, chinchillas, palomas y perros. Requiere una inversión considerable de tiempo y espacio para que vivan en buenas condiciones. Todo animal necesita atención y cuidado, y es un compromiso que me tomo muy en serio.

Aparte de la terapia con animales, ¿realizas otras actividades con tus animales?

Mis habilidades también son a veces necesarias en la búsqueda de personas desaparecidas. Tengo dos pastores alemanes especialmente entrenados para este tipo de misión. Intervengo a petición de la gendarmería o de familias en apuros. Hasta la fecha, he ayudado a encontrar a tres personas desaparecidas en la zona de Yssingelais.