Detrás de la ley Duplomb, el magnate de la remolacha Franck Sander: «Trabajé mucho con Denormandie, Fesneau, Pannier-Runacher…»

La aprobación de la ley Duplomb fue una especie de victoria para él. Franck Sander, de 46 años, presidente de la Confederación General de Productores de Remolacha Azucarera (CGB), no escatimó esfuerzos para lograr la reintroducción del acetamiprid , un insecticida neonicotinoide muy controvertido. El 26 de mayo, día del debate sobre el proyecto de ley que pretende "eliminar las restricciones a la agricultura", declamó, encaramado en una plataforma frente a la Asamblea Nacional, entre tractores y pancartas: "Cuando no tenemos otra solución, utilizamos el producto [...]. ¡Lo que pedimos es que podamos producir al menos de la misma manera que nuestros vecinos europeos!". El año pasado, pronunció el mismo discurso ante Emmanuel Macron, quien había invitado a representantes del mundo agrícola a "certificar el fin" de la crisis. "Estamos abiertos a la innovación, pero siempre necesitaremos fito [pesticidas, nota del editor] , igual que necesitamos medicamentos", repetía hasta la saciedad.

Durante diez años, este agricultor alsaciano, que gestiona 150 hectáreas de remolacha azucarera, lúpulo, maíz y trigo en Ohlungen, ha luchado para que los productores de remolacha erradiquen químicamente estos molestos pulgones que transmiten el virus de la ictericia a las plantas. "En 2020, ya perdimos un tercio de nuestra cosecha ", lamenta. "Este año, la ictericia nos afecta a todos, los agricultores ya están perdiendo rendimiento y Alemania se enfrenta a...

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