El escultor Andrea Roggi, artista de verano en el pueblo de Saint-Tropez

Consideraba Saint-Tropez el destino soñado de todos los artistas. Fue nombrado «artista del verano» por la gran exposición al aire libre que organiza cada verano la ciudad con una galería en Saint-Tropez. Andrea Roggi viajó para presentar su monumental exposición «Élan vital» con la galería Bartoux. Desde el Hôtel de Paris hasta Sénéquier, pasando por el Quai Suffren, las seis esculturas al aire libre han despertado la curiosidad de los amantes del arte que pasean por las calles de Saint-Tropez.

«Este pueblo y la naturaleza que lo rodea son fuente de inspiración para muchos artistas», afirma el escultor toscano, que disfruta especialmente de los paseos por el corazón del casco antiguo. «El auténtico estilo de vida de este territorio siempre se ha valorado y preservado, y eso es precisamente lo que intento hacer con mis obras».

El árbol de la vida como tema

Celebrando la vida, la transmisión, la conexión entre los seres humanos y la tierra… A través de sus emblemáticos árboles de la vida, el escultor busca compartir su filosofía: «Como el olivo y sus raíces, debemos conservar lo mejor de nuestro pasado», sugiere Andrea Roggi, «para transmitirlo a las nuevas generaciones, ilustradas aquí por los frutos». Esta representación de la vida se entrelaza con una oda al amor, simbolizada por los troncos hechos de cuerpos entrelazados. «El arte es una invitación a soñar, a compartir y, con las obras de Andrea, a amar», resume Robert Bartoux, fundador de la galería que financió la exposición.

"Un artista único"

«Saint-Tropez se ha convertido en una auténtica ciudad de arte, con auténtico talento», celebra Robert Bartoux. El galerista había descubierto a Andrea Roggi doce años antes durante sus exposiciones en Italia. «Está en la cima de su arte», opina. Impresionado por las técnicas especiales que emplea el artista italiano para fundir el bronce y trabajar los detalles, Robert Bartoux también concede gran importancia al carácter artesanal de las creaciones del escultor: «Tiene su propia fundición, sus propios hornos, trabaja con su familia y sus asistentes. Se encarga de la producción de sus piezas de principio a fin, a diferencia de muchos artistas modernos. Esto lo convierte en un artista único».

Las esculturas, extraídas directamente de la última exposición de Andrea Roggi en París, permanecerán en Saint-Tropez hasta el 31 de octubre.