En los vuelos turcos, levantarse antes de que suenen las señales de seguridad se castiga con una multa.

Los auxiliares de vuelo de Turkish Airlines estaban hartos del creciente caos en los pasillos en cuanto aterrizaban los aviones. Se quejaron, y las autoridades les dieron la razón y decidieron que los viajeros indisciplinados podrían ser multados.
El avión acaba de aterrizar y los pasajeros, rígidos y con prisa por bajar, se ponen de pie al unísono. Intentan recuperar su equipaje de los compartimentos superiores, chocan con los que permanecen sentados, se empujan y, finalmente, retrasan el desembarque. Exasperados por la repetición de este caos, a pesar de sus anuncios, las tripulaciones de Turkish Airlines han presentado numerosas quejas a sus superiores, informa el periódico The Independent Türkçe . Esto ha llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas e imponer una nueva normativa.
«El número de pasajeros que se quitan el cinturón de seguridad y se ponen de pie, bloqueando el pasillo incluso antes de que se activen las señales de seguridad, sin tener en cuenta la seguridad y la tranquilidad de los demás pasajeros, ha seguido aumentando», explica la Dirección General de Aviación Civil de Turquía. Según la nueva normativa que entró en vigor en los vuelos turcos, todos tendrán que esperar su turno para desembarcar de forma ordenada. Los pasajeros más indisciplinados serán multados con 2500 liras turcas (57 euros).
La aviación comercial turca ha experimentado un auge en los últimos años. El principal operador nacional, Turkish Airlines, que se encuentra entre las 15 aerolíneas más grandes del mundo, cuenta actualmente con 477 aviones y opera 352 destinos. La aerolínea de bajo coste Pegasus cuenta con 80 aviones.
Courrier International