La inflación en Argentina está en su nivel más bajo en cinco años


Javier Milei, 8 de junio de 2025 en Madrid.
La inflación en Argentina cayó al 1,5% en mayo, su nivel más bajo en cinco años, según datos publicados el jueves, lo que confirma una tendencia a la desaceleración después de un año y medio de políticas de austeridad del gobierno de Milei.
La inflación volvió a su nivel de exactamente cinco años antes, en mayo de 2020. En un año, alcanzó el 43,5%, en comparación con el 211% a finales de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (Indec). Sigue siendo una de las más altas del mundo.
El aumento de precios en mayo fue impulsado por la telefonía móvil e internet (+4,1%), la sanidad (+2,7%) y la vivienda (+2,4%). Por el contrario, el transporte (+0,4%) y la alimentación y bebidas no alcohólicas (+0,5%) experimentaron un crecimiento mensual limitado. El gobierno del ultraliberal Javier Milei celebró estas cifras, atribuyéndolas al éxito del "plan de estabilización ortodoxo" de su equipo económico.
Este último "puso fin a la emisión monetaria" y "eliminó los controles cambiarios", recordó el portavoz presidencial Manuel Adorni en su canal de WhatsApp, en referencia a los controles cambiarios vigentes desde 2019 y levantados parcialmente este año.
La percepción de algunos argentinos, sin embargo, contradice los indicadores, lo que alimenta el descontento social. El gobierno "hace creer que, mes tras mes, la inflación está bajando. No sé en qué se basan, pero no son los precios. Para mí, nada está bajando. De todas formas, no lo veo en mi billetera", dijo Cristian Rodríguez, un trabajador de logística de 45 años, entrevistado por AFP.
"Los salarios están congelados, no hemos tenido aumentos en un año", dijo, añadiendo que tuvo que renunciar a placeres simples como ir a restaurantes.
Según un informe reciente del Centro de Finanzas de la Universidad Privada Di Tella, la inflación percibida por los argentinos duplica la tasa calculada por el Indec. En mayo, la inflación percibida alcanzó el 4,23%, según el estudio.
El año pasado, Argentina registró su primer superávit presupuestario en una década, pero las consecuencias fueron una pérdida de poder adquisitivo, empleos y gasto de consumo.
A principios de junio, miles de personas, incluidos científicos, médicos, personas con discapacidad y activistas por los derechos de las mujeres, se unieron a los jubilados en una protesta mixta en Buenos Aires contra las medidas de austeridad del gobierno de Milei.
Argentina, la tercera economía más grande de América Latina, con una deuda crónica y una posición financiera precaria debido a sus escasas reservas de divisas, recibió 12.000 millones de dólares (9.700 millones de francos) del Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril, el primer tramo de un préstamo de 20.000 millones de dólares para apoyar su plan de estabilización económica.
El gobierno considera crucial esta inyección de dinero fresco para reponer las reservas de divisas del Banco Central, estabilizar el peso y controlar la inflación de forma sostenible, en palabras del presidente Milei. Y, en última instancia, para reactivar el crecimiento, un elemento ausente en el plan del gobierno hasta la fecha, tras la recesión de 2024 (-1,8%).
20 Minutes