Clémentine Autain: «Es hora de ser más ofensivos, la reforma de los servicios públicos es parte del motor del triunfo».

Su libro está dedicado a promover el "espíritu público". ¿Es éste un nuevo movimiento político?
No, es más bien una idea, la de la necesaria desmercantilización de la sociedad . Mi diagnóstico es que hoy nuestras necesidades están adaptadas al aparato productivo para satisfacer las del capital. Por cierto, con el marketing y la publicidad se crean toda una serie de necesidades artificiales. Bajo este régimen, las desigualdades crecen y el planeta y nuestros deseos se ven dañados. Debemos hacer lo contrario: adaptar el aparato productivo a nuestras necesidades.
Esto exige revitalizar el espíritu ciudadano, término con el que entiendo tres cosas: una economía colaborativa respetuosa con el planeta , un Estado estratégico y una exigencia democrática. Así haremos crecer el bien común y concretaremos la universalidad de los derechos, la igualdad entre personas y entre territorios.
¿Por qué las palabras “espíritu público”?
Haciendo eco de la justa pregunta planteada por François Ruffin el día después de las elecciones legislativas de 2022 sobre la diferencia de voto según los territorios , tuve una obsesión: ¿cómo unir a las clases trabajadoras de la ciudad y del campo? Mejorar el servicio público me pareció algo unificador. Ya sea en Sevran, Pamiers, Sauxillanges o en otros lugares, los habitantes nos hablan del hospital en mal estado, de la escuela en crisis, de los problemas de transporte, de la oficina de correos que cierra...
Mientras trabajaba en el tema, noté que el pescado se pudría desde la cabeza. La lógica del bien común y del espíritu público ha abandonado la cima del Estado. Una pequeña casta ha desdibujado las fronteras entre lo público y lo privado, ha sugerido que el sector privado funcionaba mejor que el público y lo ha privatizado en masa...
L'Humanité