Estados Unidos: Inmigración: ¿Por qué Donald Trump está desplegando la Guardia Nacional en Los Ángeles?

La Guardia Nacional se desplegó en las calles de Los Ángeles este domingo tras varios días de enfrentamientos con manifestantes que cuestionaban la política migratoria de Donald Trump. El presidente estadounidense decidió tomar medidas enérgicas militarizando la respuesta a las manifestaciones que han sacudido la megaciudad californiana desde el viernes. Sin embargo, la calma había regresado el domingo por la mañana.

La administración estadounidense no había llamado a la Guardia Nacional desde los disturbios de 2020 que siguieron a la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano asesinado por la policía en Minneapolis, Minnesota, mientras Donald Trump ya estaba en la Casa Blanca.

El despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles se ordenó en contra de la recomendación del gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, quien denunció la medida como "intencionadamente incendiaria" y advirtió del riesgo de escalada. El presidente de Estados Unidos puede, excepcionalmente, prescindir de la aprobación del gobernador amparándose en una ley federal que le autoriza a utilizar la Guardia Nacional para afrontar el riesgo de invasión o rebelión, o en casos de desbordamiento de la fuerza policial regular. Según CNN, ningún presidente ha "federalizado" esta unidad desde los disturbios de Los Ángeles de 1992, desencadenados por la absolución de cuatro policías blancos acusados ​​de golpear a un automovilista negro.

Los enfrentamientos en Los Ángeles se desataron por las redadas de agentes federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que buscaban inmigrantes indocumentados. Los incidentes estallaron mientras se preparaban para realizar controles en el estacionamiento de una gran ferretería Home Depot, donde trabajadores precarios ofrecen sus servicios a los clientes por día. Los enfrentamientos ocurrieron en Paramount, un barrio del sur de Los Ángeles donde más del 80% de la población es latina.

Los arrestos y deportaciones de inmigrantes indocumentados han aumentado desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump. Los sucesos en Los Ángeles han puesto de relieve una de las prioridades del presidente estadounidense, quien ganó las elecciones de noviembre de 2024 con la promesa de reforzar la frontera con México y deportar a millones de inmigrantes indocumentados. Este punto clave de su campaña se ha visto eclipsado temporalmente por la guerra comercial que declaró al resto del mundo y su turbulento divorcio de Elon Musk.

Sin embargo, el Servicio Federal de Inmigración ha seguido aplicando estrictamente las órdenes de Donald Trump. Sus agentes han arrestado a más de 100,000 personas desde enero, aunque no todas han sido deportadas, en parte debido a decisiones judiciales que cuestionan la legitimidad de estos arrestos.

Donald Trump está jugando la carta de la represión y chocando una vez más con los funcionarios electos demócratas en California y Los Ángeles, a quienes acusa de negligencia, como hizo durante los espectaculares incendios de enero de 2025. La megalópolis californiana se ha declarado "ciudad santuario" para inmigrantes, al igual que otras comunidades que se oponen abiertamente a la política migratoria del presidente estadounidense. El tema de la inmigración y la identidad es particularmente delicado en el condado de Los Ángeles, donde uno de cada tres residentes nació en el extranjero y la mitad de la población es de origen latino.