Condilomas: todo lo que necesitas saber sobre esta infección silenciosa, frecuente y recurrente

Las verrugas genitales y anales (o condilomas), a menudo ignoradas y rara vez comprendidas, se encuentran entre las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes.
Entre vergüenza, tabúes y preocupaciones, siguen rodeados de ideas erróneas. ¿Cómo se transmiten? ¿Cuáles son los riesgos reales? ¿Cómo puedes protegerte eficazmente? Para arrojar luz sobre esta afección poco conocida, recopilamos la opinión de dos expertos del Hospital Universitario de Niza: el profesor Jérôme Delotte, jefe de la unidad de salud maternoinfantil, y la Dra. Clémentine Mazoyer, especialista en cirugía digestiva.
¿Qué es un condiloma?
Se trata de un tumor benigno causado por el virus del papiloma humano (VPH), un virus común y altamente contagioso que causa una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más extendidas. En muchos casos, estas verrugas desaparecen espontáneamente, sin tratamiento, gracias a la acción del sistema inmunitario. Cuando no se eliminan, las verrugas genitales aparecen como pequeñas protuberancias rosadas o grisáceas, generalmente indoloras, ubicadas en los genitales o el ano. En ocasiones, pueden causar picazón o sangrado. Pero más allá de los síntomas físicos, estas lesiones también tienen un impacto psicológico significativo, ya que a menudo provocan sentimientos de vergüenza y ansiedad, que pueden afectar la vida sexual y social.
¿Cómo se contagian estas verrugas?
Las verrugas genitales no requieren necesariamente sexo con penetración para transmitirse. El simple contacto piel con piel entre los genitales o el ano es suficiente para transmitir el virus. Las caricias íntimas, el sexo oral o el uso de objetos sexuales pueden ser suficientes para transmitir el virus. Los condones reducen el riesgo, pero no ofrecen protección completa.
¿Existen factores de riesgo?
Hombres y mujeres se ven afectados por igual. Las relaciones sexuales sin protección, especialmente el sexo anal, aumentan el riesgo, pero no son esenciales para el desarrollo de condilomas en esta zona. Las personas inmunodeprimidas, como las que viven con VIH o se han sometido a un trasplante, tienen mayor riesgo. El estrés o la fatiga pueden favorecer su desarrollo, incluso en pacientes sanos.
¿Puede el virus permanecer latente durante años?
Por supuesto. El VPH puede permanecer latente en el cuerpo durante años antes de manifestarse. Por lo tanto, la aparición de condilomas no suele estar relacionada con la infidelidad ni con una infección reciente. No es raro que los pacientes presenten lesiones repentinas simplemente porque el virus, previamente inactivo, se reactiva.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Se basa principalmente en la exploración clínica: el médico identifica las lesiones a simple vista. Dependiendo de la localización, pueden ser necesarias pruebas adicionales: una anoscopia para explorar el canal anal, una uretroscopia en hombres si se sospecha afectación uretral y una exploración ginecológica con citología cervical en mujeres. También se recomienda realizar pruebas de detección a las parejas sexuales.
¿Es significativo el riesgo de cáncer?
Las verrugas genitales suelen ser benignas. Los VPH responsables suelen ser de bajo riesgo, pero algunos tipos de VPH pueden estar relacionados con el cáncer, lo que justifica el seguimiento y la realización de pruebas adicionales en casos específicos.
¿Cómo funciona el soporte?
Depende de su tamaño, número y ubicación. En el caso de lesiones pequeñas y escasas, el propio paciente puede aplicar tratamientos locales, como cremas. Cuando los condilomas son más grandes, numerosos o resistentes, se prefieren métodos de destrucción física como la crioterapia o el láser. En casos más extensos o complicados, puede ser necesaria la cirugía para extirpar las lesiones. Tras el tratamiento, se recomienda usar protección durante las relaciones sexuales durante al menos dos semanas.
¿Existe riesgo de recurrencia?
Sí, los condilomas pueden reaparecer con frecuencia después del tratamiento (aproximadamente en el 30 % de los casos) porque el virus del papiloma a veces permanece latente en el cuerpo y causa nuevas lesiones. Por ello, incluso después del tratamiento, es necesario el seguimiento.
La importancia de la vacunaciónLa Autoridad Nacional de Salud de Francia (Has) recomienda la vacunación contra el VPH para todos los jóvenes, tanto niñas como niños, a partir de los 11 años. El calendario de vacunación consta de dos dosis para los adolescentes que comienzan la vacunación antes de los 15 años y de tres dosis para quienes la inician a partir de esa edad. Se recomienda la vacunación hasta los 26 años para ponerse al día. Su objetivo es prevenir los cánceres relacionados con el VPH (cérvix, ano, garganta y pene), así como las verrugas genitales y anales (condilomas).
Nice Matin