Psicología. ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si tiene dificultades para hacer amigos?

Hay muchas razones por las que a un niño le cuesta hacer amigos. A veces tiene que ver con su personalidad: un niño introvertido tiende a buscar momentos de soledad, mientras que un niño tímido espera a que otros den el primer paso. El miedo al rechazo también puede explicar la dificultad de un niño para acercarse a otros si se burlan de él o lo ignoran en la escuela.

Además, «el miedo a los demás puede verse fomentado por la conducta de padres sobreprotectores que transmiten el mensaje de que el mundo exterior es peligroso», explica Sophie Maretto, psicóloga parisina. Involuntariamente, transmiten la idea de que es mejor evitar a los demás que arriesgarse a sufrir daño.

Sin embargo, la pregunta no es si tiene suficientes amigos, sino si su situación social le causa dolor. En este caso, el niño puede mostrar varias señales de alerta: tristeza, dolores de estómago recurrentes, trastornos del sueño, ansiedad... Todos estos son indicios de un malestar profundo que debe tomarse en serio.

En este caso, « lo primero es tranquilizarlo y estar disponible. Esto no significa ofrecer una solución inmediata, sino ser una presencia estable y reconfortante, dispuesta a escuchar», recomienda Sophie Maretto. Hágale preguntas abiertas sobre los niños que conoce.

Muestre interés en lo que piensa de los demás y cómo se siente con respecto a sus compañeros. «Esto le permitirá expresar sus emociones, desarrollar su empatía y también sentirse comprendido, aceptado y apoyado», añade.

El objetivo no es encontrarles amigos, sino darles herramientas para acercarse a los demás. Los juegos de rol pueden ayudarles a aprender a saludar, sugerir un juego o responder a una invitación. También puedes sugerirles invitar a un amigo a casa para pasar un tiempo especial fuera del entorno escolar.

Inscribir a su hijo en una actividad extracurricular también puede ser una excelente opción. El teatro, los deportes de equipo y el campamento de verano son oportunidades para que su hijo conozca a otros niños en un entorno diferente al de la escuela.

Si las dificultades en la relación persisten, conviene comprobar que no haya acoso escolar . En caso de duda, no dude en consultar al equipo docente. Asimismo, puede consultar con un profesional (psicólogo, psiquiatra infantil) para que apoye al niño.