Salud. Propóleo: ¿la cura milagrosa para el acné?

El acné es resultado de la producción excesiva de sebo, la sustancia aceitosa normalmente destinada a proteger la piel. En la pubertad, bajo la influencia de las hormonas sexuales, esta producción se intensifica, dando lugar a una acumulación subcutánea y a la aparición de puntos negros y granos purulentos.
Una situación que puede ser difícil de experimentar. Problema: Si bien existen tratamientos con antibióticos, como la eritromicina y las tetraciclinas, diversos estudios han destacado una disminución de su eficacia debido a la aparición de resistencia bacteriana.
El propóleo de Ruanda al rescateEl propóleo es una sustancia producida por las abejas a partir de resinas secretadas por las plantas. Lo utilizan para sellar los huecos en la colmena. Gracias a sus propiedades antibacterianas, protege la colonia contra la intrusión de plagas y la proliferación de gérmenes.
Un equipo de la unidad de Membranas y Blancos Terapéuticos dirigido por Jean-Michel Brunel y con sede en Marsella, analizó muestras de propóleo de dos sitios de Ruanda, una región conocida por sus bosques primarios ricos en plantas endémicas.
«La composición del propóleo depende de la flora local que rodea el colmenar y de la que se alimentan las abejas: por lo tanto, variará de una colmena a otra», explica Jean-Michel Brunel.
En las muestras recolectadas, los investigadores identificaron sustancias con propiedades antibacterianas. En particular, el 2,4-Di-terc-butilfenol, capaz de inhibir el crecimiento de C. acnes, la bacteria responsable de los granos de acné.
Para confirmar sus hallazgos, los científicos probaron el propóleo que contenía 2,4 DTBP en ratones. Los resultados son elocuentes: tras inocular las bacterias responsables del acné, la aplicación de esta sustancia redujo la inflamación de la piel y hizo desaparecer las manchas.
Aún más alentador, "algunos pacientes voluntarios pudieron ser tratados con una crema a base de este propóleo: se observó una reducción de la gravedad de su acné en pocos días", explica Jean-Michel Brunel.
El equipo marsellés espera ahora atraer el interés de la industria farmacéutica. "Un laboratorio farmacéutico tendría que ser capaz de realizar un ensayo clínico en humanos para garantizar la seguridad del posible tratamiento", concluye el investigador.
Ya sea a partir de las moléculas activas que hemos descrito, o utilizando directamente estos propóleos que también contienen moléculas con propiedades antiinflamatorias de interés para el tratamiento del acné. »
Mientras tanto, el mismo equipo probará otros propóleos procedentes en particular de colmenas francesas.
Le Progres