Las tiendas están desapareciendo; esta ciudad turística se ha convertido en una terraza gigante.

Una simple comparación de fotos de hace 20 años basta para confirmarlo. El paisaje de nuestras ciudades ha cambiado drásticamente en tan solo unos años. ¡Y no solo afecta a pueblos pequeños o ciudades medianas! Las ciudades más grandes y las capitales también se ven afectadas por este fenómeno, como lo demuestra el ejemplo de una megalópolis europea.
Allí, donde antes había tiendas de ropa, librerías y supermercados, ahora se encuentran vinotecas, bares de ensaladas y poke, y pizzerías. Sin embargo, no estamos en Burdeos, Hawái, Nápoles ni Roma. En Kungsholmen, una de las zonas comerciales más populares de la ciudad, incluso hay más cafeterías que tiendas.
En ocho años, el número de tiendas ha disminuido un 12%, pasando de 7700 a 6800, según un informe de la Cámara de Comercio local. Al mismo tiempo, el número de restaurantes ha aumentado un 10%, de 6600 a 7300 establecimientos. ¡Y esto es Estocolmo, Suecia! El sitio web de negocios local Realtid.se resumió la situación con el titular: «Estocolmo se está convirtiendo en una larga terraza».

La explicación reside tanto en el turismo como en los hábitos de consumo. «Los consumidores buscan más experiencias e interacciones sociales que ir de compras a las tiendas», explica Carl Bergkvist, economista jefe de la Cámara de Comercio. Señala que, solo en los últimos años, el número de licencias para restaurantes ha aumentado un 10 % en el país.
Estocolmo no es un caso aislado. La situación en ciudades más turísticas es alarmante. En Palermo, Italia, el alcalde tuvo que prohibir la apertura de nuevos restaurantes en la famosa Via Maqueda, que ya cuenta con 31 establecimientos en una sola manzana. «Demasiados restaurantes», explicó Roberto Lagalla, temiendo que el centro de la ciudad se convirtiera en un «pueblo gastronómico», según informa el New York Times.
En Roma, Florencia y Turín, calles enteras se transforman en restaurantes al aire libre donde se sirve carbonara en sartenes dignas de Instagram, mientras que abuelas italianas exhiben tagliatelle en los escaparates, para disgusto de los locales, que lamentan la falta de autenticidad y un turismo centrado exclusivamente en la gastronomía y las terrazas. «A veces, el Coliseo es solo una excusa entre un cacio e pepe y una amatriciana», declaró un profesional del turismo al New York Times.
Francia no es inmune, con o sin turismo de masas. Entre 2004 y 2024, la tasa de locales comerciales vacíos en los centros urbanos aumentó del 5,94 % al 10,85 %, según la agencia Codata, citada por Le Monde en la primavera de 2025. Este incremento se ha acelerado drásticamente desde la pandemia de la COVID-19. En el 15 % de las ciudades, más de uno de cada cinco comercios ha cerrado. Y una cuarta parte presenta una tasa de locales vacíos de entre el 12 % y el 18 %. Mientras tanto, proliferan restaurantes, bares y cafeterías, así como las cadenas de comida rápida.
L'Internaute




