Arqueólogos encuentran un esqueleto siniestro que revela "la peor forma posible de morir"

Arqueólogos de la Universidad de Milán han hecho un descubrimiento escalofriante, desenterrando el esqueleto medieval de un joven que parece haber sufrido una muerte espantosa debido a un método tortuoso y un intento fallido de decapitación, según informa el Journal of Archaeological Science.

El desafortunado individuo falleció entre los 17 y 20 años durante el siglo XIII y fue enterrado cerca de una catedral en Milán, Italia.

Al examinar el esqueleto, los investigadores observaron heridas simétricas en brazos y piernas, lo que indicaba una inflicción deliberada de dolor. Documentos históricos llevaron al equipo a creer que el hombre había sido sometido a la "rueda", también conocida como la "rueda de la rotura" o la "rueda catarina".

Este instrumento bárbaro de ejecución fue ampliamente utilizado en toda Europa hasta que comenzó la era moderna alrededor del año 1500.

El procedimiento exacto de uso de este dispositivo variaba, pero normalmente implicaba la rotura sistemática de las extremidades de la víctima, seguido de un trauma adicional infligido con la propia rueda, informa el Irish Star .

Según algunos relatos, los torturadores iniciaban el proceso dejando caer la pesada rueda de madera sobre las extremidades de la víctima, comenzando por las espinillas y subiendo gradualmente. Una vez que el cuerpo estaba suficientemente maltratado, las extremidades destrozadas se enhebraban por los radios de la rueda o se ataban firmemente a ella con una cuerda.

Luego se infligían más heridas —utilizando cuchillas, objetos contundentes, fuego, látigos o tenazas al rojo vivo—, tras lo cual la rueda se izaba en un asta y se exhibía como si fuera una bandera. La víctima casi muerta colgaba allí durante un largo periodo, posiblemente días o semanas, hasta que finalmente sucumbía o era misericordiosamente ejecutada.

Esta salvaje técnica de tortura era la más utilizada contra aquellos acusados ​​de crímenes atroces, pero en el norte de Italia, donde se descubrió este cuerpo, esta forma de tortura estaba típicamente reservada para individuos sospechosos de propagar la peste.

"La víctima de la rueda podría haber sido percibida como diferente por sus contemporáneos, y potencialmente esta discriminación puede haber llevado a su condena final, ya que podría haber sido sacrificado, siendo un 'fenómeno', por una multitud iracunda, como propagador de la plaga", escriben los investigadores.

Por si fuera poco, el examen forense de su esqueleto también reveló fracturas lineales inusuales en la base del cráneo. Esto probablemente fue, según sugieren los investigadores, resultado de un traumatismo contundente con un arma pesada durante una decapitación torpe.

Si esta teoría de la tortura con rueda es correcta, los investigadores habrán documentado la primera evidencia arqueológica de un ser humano torturado con la rueda, ciertamente en el norte de Italia medieval, si no en el mundo.

Una cosa es segura, este desafortunado individuo no tuvo unos últimos días agradables en la Tierra.