La versión del bolso que amo tanto como el dinero

La cosa es que soy fanática de las bolsas, de pies a cabeza. Mi marido me ha dicho que prefiero comer cereales todo el tiempo antes que comprar otra bolsa , como si fuera algo malo.
He llevado bolsos baratos y muy caros, y siempre se nota cuando se toca, se siente o se huele uno más caro. Para mí, los bolsos son una inversión práctica : la ubicación y la longitud del asa, el ancho de la abertura y la ubicación del bolsillo exterior son importantes. Una mejor construcción, diseño y materiales aumentan el precio y marcan la diferencia en el producto final.
Es innegable que ciertas siluetas también tienen cierto estatus o prestigio, y eso es algo que me ha importado. Como alguien que creció en la clase media, lejos de la gran ciudad y soñando con un trabajo de lujo, cargarme un bolso al codo y entrar en una oficina, una reunión o una fiesta ha significado un logro y una llegada que ninguna otra cosa podría lograr.
También son algo que otros notan. Una joya o un reloj pueden pasar desapercibidos, pero un bolso es lo más importante. Yo era la persona que siempre tenía alguna silueta icónica de una casa histórica repleta de mis cosas. Y es exactamente por eso que mi reciente romance con Polène , una marca directa al consumidor fundada en 2016 por un trío de hermanos, fue digno de comentario. Un bolso tiene que ser bueno para ganarse un lugar en mi línea. Se codea (o se codea) con algunos pesos pesados, y hay algunos casos en los que una marea alta no levanta todos los barcos, pero hunde cualquier cosa con un cuerpo irregular. Mi armario es uno de esos casos.
Cada estilo Polène está numerado (Número Seis, Número Siete, Número Ocho, etc.) y es elegantemente sencillo, sin las exageraciones ni los adornos con los que las nuevas marcas pueden coquetear para distraerse de los pilares de la industria. El diseño elegante no pretende hacerse pasar por algo que no es —repito, no son imitaciones ni copias de nada—, sino un pasaporte estético que le permite integrarse con Hermès, Chanel y Loewes.
Como todos sus estilos, el Number Nine (Numéro Neuf en un francés mucho más soñador) está hecho a mano en España con el estilo característico de Polène para drapear el cuero, inspirado en la modista Madame Grès, y por ello tiene un aspecto flexible y suave que conserva su forma: no es un bolso que se deja sobre una mesa solo para verlo caerse a un lado o abrirse al estar demasiado vacío. El cuero en sí es de plena flor y tiene el tacto y el aroma exquisitos que espero de los bolsos caros (pero no de las versiones más económicas).
Su estilo atemporal y su forma irresistible son dos elementos que ya me hacen pensar en mi próxima pieza de Polène. Tanto los aficionados a los bolsos como los cazadores de ofertas deberían considerar decirle "sí" a la marca parisina. Ya sea para estrenar tu colección de bolsos o simplemente para ampliarla, es una apuesta que vale la pena.
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