Derrotando distopías a través de una historia de coraje y unidad
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Estantería La nueva novela de Andrea Appetito, "Los niños de la noche", para Lamantica Edizioni
Los Niños de la Noche de Andrea Appetito publicado por Lamantica Edizioni (pp. 266, 20 euros) es la historia contada en primera persona de una niña, cuyo nombre no conocemos, que en el transcurso de la novela se convierte en una jovencita cuya edad nunca descubriremos. Al comienzo de los hechos narrados la encontramos intentando atacar el "Barco" en el que debería estar su padre, a quien imagina prisionero de los "guardianes". No está sola en intentar llevar a cabo esta misión, con ella están "los Niños de la Noche" que dan título a esta novela, es decir, una pandilla de niños y niñas que han decidido comportarse como si fueran una familia, pero en realidad son huérfanos de padres diferentes: "nadie en la Ciudad tenía hermanos o hermanas, todos eran hijos únicos. Yo también lo era". La protagonista vivía con su madre, de hecho, pero cuando la mujer muere decide huir para evitar acabar en un "Instituto", donde están encerrados todos los niños sin padres o los que merecen un castigo.
EL USO DE EXPRESIONES como: «la Ciudad», «la Nave», «el Instituto» indican claramente que con esta última novela de Andrea Appetito estamos ante un texto distópico en el que los contornos geográficos y temporales son indefinidos, pero hay elementos que sugieren una ambientación en el futuro. Por ejemplo, cuando la protagonista huye de la “Ciudad” es encontrada por una niña mayor, Bella, quien la ayuda y la lleva con sus padres que viven a orillas del río y recogen los desechos que literalmente invaden el cauce del río, viendo: “detrás de la miserable apariencia de un desperdicio, nace la belleza y del desperdicio del mundo nace un mundo nuevo”.
Desgraciadamente, el momento de felicidad familiar encontrado gracias a la madre y al padre de Bella no dura mucho, pues estos dos adultos también son asesinados y las dos niñas se ven obligadas a sobrevivir, junto a los otros "Niños de la Noche" que apoyan completamente a la protagonista y están dispuestos a hacer cualquier cosa para ayudarla a encontrar a su padre. Para ello realizan varios “asaltos” al “Barco”, con sus canoas, comprando pólvora al “Viejo” quien la vende a cambio de enormes cantidades de alimentos.
EN EL “BARCO” VIVE la otra voz narrativa de esta historia: el “Comandante”. La novela alterna, al menos hasta cierto punto, la historia de la niña y la de este hombre, cuyas palabras están señaladas en cursiva en el texto. Descubrimos entonces que está a cargo de una enorme embarcación de la que no sabemos nada, excepto que está habitada por los enemigos del protagonista y que está destinada a ser abandonada por quienes deberían cuidarla. Las páginas del diario del "Comandante" son, de hecho, cada vez más desesperadas a medida que pasa el tiempo.
En la novela, la esperanza está claramente en manos de la juventud, por tanto de los “Niños de la Noche”, pero también de la niña que Bella dará a luz, sin que nadie sepa quién es el padre, y que ella decide llamar “Níger”, como el río que fluye en la tierra de donde son originarios sus padres. Ayudar a la pequeña a llegar al hospital donde podrá dar a luz a su bebé son la protagonista de esta historia y otra pequeña niña, Leila, el personaje a quien Appetito confía el mensaje de la novela: «historias de coraje y de unidad, historias de justicia. Si creemos, ellos crecen y se hacen grandes y entonces nada puede detenerlos, ni siquiera la muerte”.
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