La fuga del asesino de los carabineros: 40 disparos. La verdad sobre la muerte de Mastropietro surge de la autopsia.

También ayer, los agentes de la Brigada Móvil de Taranto regresaron a Grottaglie, a la zona de la granja "Le Monache", donde el jueves dos policías de la comisaría de la ciudad de la cerámica esposaron al asesino del carabinero Carlo Legrottaglie y a su cómplice. Con detectores de metales, los agentes continuaron la búsqueda de casquillos para completar la reconstrucción del tiroteo, el segundo del día, al final del cual el criminal Michele Mastropiero también permaneció en el suelo: esposado en vida, falleció diez minutos después. El momento crucial, de 22 segundos, se encuentra en el vídeo que los mismos policías investigados por homicidio involuntario presentaron a la Fiscalía ayer por la mañana. "¡Ya está, ya está, tranquilos!", grita a sus compañeros el comisario que detuvo al criminal. Y no solo eso. Cuando los demás investigadores se acercan, tiene la serenidad de acercarse a un colega: «Tranquilo», repite, y luego señala el lugar donde el fugitivo dejó caer el arma. A pesar del riesgo real de muerte, el policía parece preocupado de que no le pase nada a quien intentó matarlo varias veces.

Los disparos efectuados en los 55 minutos transcurridos entre el momento en que los Hawks se cruzaron con los dos fugitivos y el momento en que los detuvieron fueron unos cuarenta. Mastropietro tenía una Beretta 9x21, un arma con un cargador de 15 cartuchos que ya había usado contra el pobre Legrottaglie, cuando a las 7 de la mañana el Tonale de los Carabineros de Francavilla Fontana se cruzó con el Lancia Y en el que viajaba el delincuente con su cómplice Camillo Giannattasio. Esa fue la pistola que mató al sargento jefe, alcanzado en la arteria ilíaca. Luego, la fuga...

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