Nápoles estalla de alegría, la fiesta del Scudetto dura hasta el amanecer

La larga noche azul se detiene solo con las primeras luces del alba: por cuarta vez en su historia casi centenaria, el Nápoles es campeón de Italia y a la sombra del Vesubio la fiesta estalla ya a las 22.48, cuando el árbitro La Penna pitó tres veces el final del partido del Maradona contra el Cagliari. Dos goles marcaron contra los rossoblù sardos, como los scudetti conquistados en tres temporadas por el equipo del presidente De Laurentiis.
Pero si en 2023 el título llegó en carruaje con la banda de Spalletti que supo archivar el asunto casi un mes antes, esta vez con Antonio Conte habrá que luchar hasta el último minuto para descocer la tricolor del pecho de un Inter a tan solo un punto de distancia. Quizás sea también por el gran patetismo vivido por la gente que al final la alegría es aún más incontenible: en las calles del centro histórico se forman las primeras concentraciones de quienes han visto el partido en casa o en los clubes, mientras una Piazza del Plebiscito repleta, ya por la tarde, entra literalmente en éxtasis con aficionados dispuestos a ver el partido en una de las tres pantallas gigantes (las otras dos en Scampia y en Piazza Mercato) instaladas en la ciudad.
Todas las miradas están puestas en Fuorigrotta, epicentro de la primera parte de las celebraciones que arrancan oficialmente cuando el capitán azzurri, Giovanni Di Lorenzo, levanta la copa del Scudetto al cielo. En el Maradona, la noche es toda napolitana: Stefano De Martino acompaña en la presentación a la voz oficial del Calcio Napoli, Decibel Bellini, que deja paso a una serie de artistas muy queridos por el público local. Comenzamos con el rap de Luchè y Geolier que luego, en solitario, traerá al escenario la canción con la que fue a San Remo en 2023.
A continuación le tocará a Andrea Sannino, mientras que Nino D'Angelo tendrá la tarea de escoltar al equipo durante la vuelta al campo antes de las actuaciones de otros grandes nombres como Liberato, Clementino y el siempre presente Gigi D'Alessio. Es justo, durante esta especie de concierto en miniatura, rendir homenaje al inolvidable Pino Daniele y concluir con el “oi vita, oi vita mia” del famoso “surdato 'nnammurato”. Simultáneamente con el espectáculo dentro del estadio, todos los barrios de la ciudad entran en fibrilación. Tráfico paralizado y carruseles de coches y motos en prácticamente todas las zonas donde el sistema de control de tráfico puesto en marcha por el Municipio y la Prefectura no ha impuesto restricciones a la circulación.
En Vomero, Piazza Vanvitelli y sobre todo Via Scarlatti se vuelven locas, convertida ya en punto de encuentro habitual de los hinchas napolitanos que se reúnen bajo el balcón decorado de azul y animado por la música del “Abuelo de Nápoles”, un hombre de 85 años conocido por todos en el barrio por su inagotable amor por el equipo de la ciudad.
En el paseo marítimo la escena no es muy diferente y una misteriosa “Pulcinella” ondea la bandera situada en un muro bajo frente al Castel dell'Ovo, galvanizando aún más a la multitud que vitorea. Pero ésta es sólo una de las imágenes icónicas de la noche: en Fuorigrotta un furgón para el transporte de mercancías se transformó en una especie de colorido autobús descapotable para un numeroso grupo de personas que fueron a animar las calles de la zona con canciones y bailes.
En Piazza Trieste e Trento, los aficionados tomaron literalmente posesión de la famosa Fuente de la Alcachofa, que fue “colonizada” y convertida en un escenario improvisado a pesar de haber sido vallada y cerrada porque estaba en obras. Fue aquí donde el jolgorio continuó hasta el final con banderas y cánticos. “Somos los campeones de Italia”, gritan los napolitanos, siempre en la cercana Piazza del Plebiscito, que sigue siendo el punto de referencia central durante toda la noche y que naturalmente tiene la tarea de cerrar la fiesta.
O al menos, por ahora, porque es poco probable que el entusiasmo en la ciudad disminuya en los próximos días: se han previsto muchos actos sociales durante el fin de semana, también en vista del esperado desfile del lunes por la tarde con los dos autobuses descapotables que llevarán al equipo por el paseo marítimo entre los aficionados. Ése será el momento del abrazo de Nápoles a Nápoles.
Sicilia News 24