Tensión sobre la justicia, la Cámara vota sobre Santanchè
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Será el día D de Daniela Santanchè. El tercero para el Ministro de Turismo que mañana, en la Cámara, se enfrentará (de nuevo) a la prueba de la Cámara. En persona y dando su versión de los hechos, probablemente. Por la tarde los diputados votarán una nueva moción de censura contra el representante de Fratelli d'Italia, enviado a juicio por falsedad contable en la investigación sobre la empresa Visibilia. Y en la balanza está el más grave, por fraude al INPS, que se teme que llegue en mayo. La oposición pide su dimisión. Desde M5s -que lanzó la propuesta, luego firmada por Pd, Avs e Italia Viva- hasta Azione que, pese a no haberla firmado, asegura que votará a favor. Pero antes de que se conozca el veredicto sobre Santanché, también Carlo Nordio acabará acusado en Montecitorio. El centroizquierda ha dirigido una moción de censura al ministro de Justicia por la cuestión de la liberación y repatriación, en vuelo de Estado, del general libio Almasri.
Para el Guardián de los Sellos sólo habrá tiempo para la discusión, la votación será en los próximos días. Un doble desafío al Gobierno que se juega al límite de la hostilidad con el poder judicial, algo que la mayoría nunca ha ocultado. Y se centró en la reforma de la separación de carreras, en discusión en el Senado, encargada a la Comisión de Asuntos Constitucionales que preside el más fiel seguidor del primer ministro, Alberto Balboni. Un juego que la mayoría está llevando a cabo, aunque quizá sea necesario un referéndum constitucional para confirmar los cambios. A corto plazo, sin embargo, pesan mucho la huelga judicial contra la reforma de la justicia (confirmada el jueves) y la audiencia (prevista para mañana) del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, llamado a expresar su opinión sobre qué países son seguros en materia migratoria, después de los tres rechazos sufridos por el gobierno de Meloni sobre la detención de migrantes en el hotspot abierto en Albania. De fondo, pero más lejos, el enfrentamiento entre Giorgia Meloni y el presidente de la Asociación de Magistrados, Cesare Parodi, previsto para el 5 de marzo en Palazzo Chigi. Tras una larga jornada de mociones de censura, no hay que temer sorpresas en la Cámara. Los dos ministros no corren ningún riesgo y no entrarán en el pobre saco que hasta ahora ha visto sólo un ministro desconfiado en la historia de la república (fue Filippo Mancuso del gobierno Dini, en 1995).
Pero si Nordio está súper seguro, en el caso de Santanché la defensa parece ser de oficio y condicionada -se teme- a la próxima posible remisión a juicio. Así al menos parece entre aquellos melonianos que, con las libretas cerradas, admiten que no comparten la obstinación de la ministra en no dejar su puesto. Ministro que confía en el mismo tratamiento que la mayoría y el Fdi en particular reservaron hace apenas unos días al subsecretario Andrea Delmastro. Y que el apoyo sea inevitable, pero circunstancial, se deduce del hecho de que ningún gran nombre del centroderecha intervendrá en las declaraciones de voto en la Cámara. La elección debería recaer, en cambio, en los diputados que forman parte de la Comisión de Justicia. Es el caso del abogado penalista Andrea Pelliccini de Fratelli d'Italia, de Enrico Costa de Forza Italia y de Ingrid Bisa de la Liga Norte. Por el contrario, para el Movimiento 5 Estrellas, la palabra irá a Giuseppe Conte, probablemente para reivindicar la paternidad del voto de censura. Elly Schlein, del Partido Demócrata, también estará en la cámara, mientras que el centroderecha debería tener más asistentes esta vez que hace dos semanas. En ese momento había dos ministros y unos diez parlamentarios de la mayoría. En total, en el aula. Esta vez el ministro debería estar menos solo. Y dispuesta a defenderse con una respuesta que no llegó el 10 de febrero cuando, después de la discusión en Montecitorio, se levantó y se fue. En medio de protestas de la oposición que gritaba "¡Vergüenza!". Mientras tanto, la ministra ha pasado el día en Milán y, a falta de compromisos en su agenda, tal vez esté ultimando su discurso en la Cámara. Debería llegar a la capital a más tardar por la mañana.
ansa