Lucia Borgonzoni: "Irlanda en el corazón y el destino de Guglielmo Marconi"

Subsecretario de Cultura: «Su madre, Annie Jameson, originaria de Dublín, fue una figura central en su educación. Le transmitió desde muy pequeño el gusto por el conocimiento, la intuición por lo desconocido y la libertad de pensamiento».

Guglielmo Marconi e Irlanda: un vínculo profundo y duradero entre innovación, identidad y raíces. No se trataba solo de ciencia, ni de geografía. Irlanda forma parte del corazón y el destino de Marconi. Estas son las palabras de la subsecretaria de Cultura, Lucia Borgonzoni, leídas durante el encuentro celebrado hoy en Roma, en la Universidad Unimarconi, en presencia de la hija del Premio Nobel de Física, Elettra; su sobrino Guglielmo; la embajadora irlandesa, Patricia O'Brien; Giulia Fortunato, presidenta del Comité Marconi 150 y de la Fundación Marconi; el periodista Sandro Sassoli; y el subdirector general de Unimarconi, Marco Belli.

Y añade: «La madre de Guglielmo Marconi, Annie Jameson, irlandesa de Dublín, pertenecía a una familia culta que le transmitió desde pequeño el gusto por el conocimiento, la intuición por lo desconocido y la libertad de pensamiento. Fue ella, figura central en su educación, quien alentó su interés por la ciencia y lo apoyó en sus primeros experimentos, cuando el sueño de hablar por el aire aún parecía imposible, preparándolo desde pequeño para pensar en grande y desenvolverse en un contexto internacional».

Tras su matrimonio con Beatrice O'Brien —continúa Borgonzoni—, Irlanda no solo fue el punto de llegada de sus ondas de radio, sino también su hogar, su recuerdo y su afecto. Fue desde Clifden, en la agreste y evocadora región de Connemara, donde en 1907 se inició el primer servicio regular de comunicación radiotelegráfica transatlántica entre Europa y Norteamérica. Recordar esta historia —concluye Lucia Borgonzoni— significa celebrar no solo al inventor, sino también las raíces humanas y culturales que hicieron posible su genio.