Casa Spalletti, entre camisas, avestruces, burros y un croissant gigante
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El skate del Nápoles, la colección de camisetas y el cuerno rojo gigante de la casa de Spalletti
Hay animales, desde la perra Diana hasta los avestruces Giallino y Blackino (con los colores del equipo Avane, amarillo y negro), desde las novillas escocesas hasta la yegua Astra, desde el burro Amiata hasta los pavos reales y los ciervos. Allí están los viñedos de los que se producen los cinco vinos, todos ellos con nombres futbolísticos (los tintos Bordo campo, Contrastro y Rosso Diretto, el rosado Tra le linee, el blanco Rabona), los lagos y los bosques. Pero también hay pistas de pádel y tenis, un gimnasio muy bien equipado, un gran recinto llamado 'La Cabaña del Burro Negro' donde los azzurri vienen de vez en cuando a celebrar en grupos. Y hay un crucifijo realizado soldando ochocientos clavos, que el entrenador quiso dedicar a su hermano Marcello, fallecido hace tiempo. La finca familiar se llama “La Rimessa”, en Montaione, cerca de Certaldo, la tierra natal de Spalletti. Son 50 hectáreas dentro de las cuales también hay una pista con los colores del Nápoles, balones colgados de los olivos y un refugio que dice mucho de la personalidad del entrenador: una colección de cientos de camisetas (la más grande es la de Francesco Totti), botas de Davide Astori, recortes de periódicos originales de cuando Spalletti empezó a entrenar. Un estudio con mampara de cristal desde el que el paisaje ayuda a la concentración, no lejos del mega croissant regalado por un fan, la reconstrucción del mural de Maradona o el cuadro que representa el grito de
Hombreras estilo Munch. Y también una gran colección de discos de vinilo de 45 rpm, entre ellos el de 'Piccolo Uomo' de Mia Martini, un sofá rodeado de las siluetas de Diabolik y Eva Kant, otra de las pasiones privadas del míster. Y tantos recuerdos esparcidos por caminos, setos y comederos que a Spalletti le encanta cuidar personalmente, saliendo a veces con un impermeable bajo la lluvia. El cochero campesino sabe dónde refugiarse cuando quiere pensar.
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