Inzaghi en Palermo abre el vals de las bancas. Módena, idea de D'Angelo. Monza y Empoli cambian

¡Cuántas incógnitas en los banquillos de la próxima Serie B! Muy pocas certezas para los 18 equipos (a la espera del que se salve en la eliminatoria y del que gane los playoffs de la Serie C) que ya tienen asegurada su participación en el próximo campeonato. Algunos clubes están concentrados en los últimos detalles con vistas a la inscripción para el próximo campeonato (fecha límite el viernes), los descendidos se recuperan de la decepción estudiando la mejor estrategia para la reanudación, y otros también están resolviendo el problema del director deportivo, que lógicamente debería anticipar el del entrenador. Pero intentemos hacer una radiografía inicial de la situación, que preludia un mes de junio muy intenso (o incluso más allá...).
El anuncio del Palermo en los próximos días será decisivo. Alessio Dionisi, a pesar de tener dos años más de contrato, no será confirmado, y en su lugar el candidato número uno es Pippo Inzaghi, quien ganó el sprint con Giovanni Stroppa y en las próximas horas resolverá su situación con el Pisa antes de firmar el nuevo acuerdo y disfrutar de unas merecidas vacaciones en Formentera. El Modena también se prepara para subir el listón y podría presentar una oferta a Luca D'Angelo, quien deja el Spezia tras perder la final contra el Cremonese; la candidatura de Vincenzo Vivarini está en declive. Dos de los tres equipos descendidos (el Venecia debería confirmar a Eusebio Di Francesco) también cambiarán de entrenador. En Monza, primero esperan el desarrollo de la venta del club, pero si Adriano Galliani sigue ahí para gestionar el aspecto técnico, su primera opción es Paolo Bianco. En el Empoli, en cambio, se trata de un sprint a tres bandas con Guido Pagliuca en la pole position y apreciado por el presidente Fabrizio Corsi, pero también está caliente la candidatura de Fabio Caserta; el tercer nombre, que no hay que pasar por alto (incluso para otros clubes) es el de Antonio Calabro.
Los tres equipos recién ascendidos no tenían dudas: Avellino, con Raffaele Biancolino, Entella, con Fabio Gallo, y Padua, con Matteo Andreoletti. El excelente trabajo de esta temporada incluye la continuidad de las relaciones entre Michele Mignani y el Cesena, entre Davide Dionigi y el Reggiana, y entre Fabrizio Castori y el Südtirol. Lo mismo podría decirse de otros banquillos, donde, sin embargo, las confirmaciones aún no son seguras, por diversas razones.
En Bari, por ejemplo, a Moreno Longo aún le queda un año de contrato, pero el club solo ha confirmado a los entrenadores, mientras que la relación con el técnico continuará solo con proyectos más claros y ambiciosos: entre los posibles sustitutos se encuentra Massimo Donati. Catanzaro estaría encantado de continuar la relación con Caserta, que, sin embargo, se tomó unos días para reflexionar ante una convocatoria como la del Empoli. Además de Calabro con Carrarese, esta temporada Davide Possanzini también ha demostrado su valía, y el Mantova no tiene ningún problema en que firme una renovación: las legítimas ambiciones del técnico, sin embargo, invitan a la reflexión, y no se descarta que se marche al extranjero. El verdadero nombre nuevo de la temporada fue Pagliuca, y no es casualidad que el Empoli se adelantara: en comparación con Calabro y Possanzini, su divorcio parece mucho más probable. También está a la espera el Frosinone, que, tras una temporada difícil, habría continuado con gusto con el Bianco si el Monza no hubiera estado bajo presión. Finalmente, el Spezia, todavía en shock tras la derrota final contra el Cremonese: D'Angelo, que llegó en enero de 2024, firmó una salvación ilusionante y una temporada como protagonista, pero muchas cosas cambiarán en el club y por eso es justo que comience un nuevo ciclo con otro entrenador.
La Gazzetta dello Sport