La cosmética italiana avanza impulsada por las exportaciones, pero es necesario un pacto estratégico

El sector cosmético italiano es el segundo exportador de Europa y el cuarto del mundo: debemos aspirar a ser el primero a nivel mundial. Es una gran oportunidad que debemos aprovechar, pero se necesita un pacto estratégico entre la industria y las instituciones: el análisis proviene de Benedetto Lavino, presidente de Cosmetica Italia, durante la asamblea pública de 2025 de la asociación, en el museo Ara Pacis de Roma. Una industria, la cosmética, que se consolida como un pilar estratégico de la economía nacional, como se desprende de la encuesta «Prioridades de acción para la competitividad de la industria cosmética en Italia», realizada en colaboración con Teha, la Casa Europea de Ambrosetti.
Las exportaciones son el motor del crecimiento: en 2024, la cosmética se posicionó entre los sectores con mejor desempeño del Made in Italy, solo superada por la joyería en términos de crecimiento porcentual, con un crecimiento de las exportaciones de 7.900 millones de euros, un 12% más en comparación con el año anterior, y una previsión de un aumento adicional del 8,5% para 2025, superando los 8.600 millones. Estados Unidos es el principal destino (14,5%), seguido de Francia (10%), Alemania (9,5%) y España (6,8%). En términos más generales, la cadena de suministro de belleza, desde las materias primas hasta la formulación, la producción y el empaquetado, generó un valor total de 41.200 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 6,5% en comparación con el año anterior, y apoyó el empleo en general con la creación de aproximadamente 440.000 puestos de trabajo. Además, el consumo de productos cosméticos se mantiene estable, incluso en las familias con bajos ingresos, con un gasto de 13,4 mil millones de euros (219 euros per cápita) equivalente a un valor del 0,5% del PIB italiano, lo que demuestra el carácter esencial que estos productos tienen como bienes primarios de uso recurrente en el consumo diario.
«Somos una de las excelencias del Made in Italy —añadió Lavino—, que necesita un apoyo adecuado para consolidarse aún más en el extranjero en el contexto actual de dinámicas comerciales inciertas, además de requerir una simplificación regulatoria que podría frenar la innovación, la competitividad, la transición sostenible y las inversiones». La simplificación regulatoria «podría permitir a las empresas utilizar ese aumento de facturación en nuevas inversiones, en investigación y desarrollo, pero sobre todo en la creación de nuevos empleos», comentó Valerio De Molli, socio director y CEO de The European House - Ambrosetti. Maurizio Marchesini, vicepresidente de Confindustria para Relaciones Laborales e Industriales, recordó a continuación que «nuestro compromiso con la innovación, desde la Industria 4.0 hasta la IA, ha permitido a las empresas adaptarse y crecer, fortaleciendo nuestra posición en los mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, Oriente Medio y Latinoamérica. Para continuar por este camino, es fundamental adoptar políticas que apoyen a la industria».
Las instituciones responden, empezando por la Primera Ministra, Giorgia Meloni: «La cosmética italiana es una excelencia en el panorama industrial italiano, caracterizada por una combinación de creatividad, calidad e innovación. Este Gobierno seguirá a su lado». Mientras tanto, el Ministro de Empresa, Adolfo Urso, subrayó que es «un ejemplo a seguir, especialmente por su compromiso con la investigación y el desarrollo, en el que se invierte el 6% de la facturación». El Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, recordó a continuación que la industria «es un embajador extraordinario del saber hacer italiano en el mundo, donde es cada vez más valorado».
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